¡Qué maravilla! Esa frase final es enternecedora.Aplausos, Gabriel.Un abrazo.
Prodigioso este texto. Hasta la ceguera se desvanece cuando hay esperanza.Un abrazo.
El desierto y el sol pueden hacer cualquier milagro. Fantástico. Un abrazo.
Si murió feliz con el reflejo de los espejismos en sus retinas, por lo menos se deshizo de las realidades que le podrían haber hundido en la tristeza.Precioso Gabriel.Un abrazo.
¡Vaya! De pronto me pregunté cómo hace un ciego para alucinar lo que no conoce, sí es un prodigio. Saludos n_n
Muy bonito, Gabriel. Qué triste sería el mundo sin nuestros espejismos.
María José, Sara, Mar, Laura, Yunuén y Aurora, muchas gracias por sus generosas palabras. Me alegra que les haya gustado este texto hiperbreve.Saludos cordiales
Genial Gabriel, cortito y sustancioso.La ceguera a veces poco impide ver a quien encuentra en lo que creer.Saludos.
Gracias Enmascarado.Saludos cordiales
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9 comentarios:
¡Qué maravilla! Esa frase final es enternecedora.
Aplausos, Gabriel.
Un abrazo.
Prodigioso este texto. Hasta la ceguera se desvanece cuando hay esperanza.
Un abrazo.
El desierto y el sol pueden hacer cualquier milagro. Fantástico. Un abrazo.
Si murió feliz con el reflejo de los espejismos en sus retinas, por lo menos se deshizo de las realidades que le podrían haber hundido en la tristeza.
Precioso Gabriel.
Un abrazo.
¡Vaya! De pronto me pregunté cómo hace un ciego para alucinar lo que no conoce, sí es un prodigio. Saludos n_n
Muy bonito, Gabriel. Qué triste sería el mundo sin nuestros espejismos.
María José, Sara, Mar, Laura, Yunuén y Aurora, muchas gracias por sus generosas palabras. Me alegra que les haya gustado este texto hiperbreve.
Saludos cordiales
Genial Gabriel, cortito y sustancioso.
La ceguera a veces poco impide ver a quien encuentra en lo que creer.
Saludos.
Gracias Enmascarado.
Saludos cordiales
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