viernes, 28 de enero de 2011

Una era de paz

Jennifer Short, Melody of shapes



LA ÚLTIMA mujer acaba de morir. Desde los cuatro puntos cardinales, los alquimistas llegan al Château de Fontainebleau. Cada uno trae consigo un ingrediente secreto de la fórmula que salvará al hombre. Empero una de las sillas del Concilio ha quedado vacía. De todas maneras, los monarcas ordenan proceder antes que el descontento se apodere de sus súbditos, y éstos, de sus reales cabezas.


Los alquimistas temen crear un monstruo, pero obedecen.


Al alba, una nueva Eva se yergue magnífica. Algunos festejan; otros, más cautos, prefieren esperar. Uno de los médicos informa: «La hallamos apta para procrear; su único defecto es que carece de cuerdas vocales».


Nobles y vasallos, sonríen.


Safe Creative #1101288358520

Foto © Jennifer Short, Melody of shapes

.

sábado, 22 de enero de 2011

El Fulgor de Apolo

Jacek Yerka 01



IMANOL CASTRO recorría pequeñas comarcas en su carromato ofreciendo los dones de sus brebajes para la tos, la fiebre o el ardor estomacal; para el mal de amores o de ojos; incluso, para hacer crecer el pelo al más infame de los calvos. Y cuando se topaba con un aldeano más tonto de lo usual sacaba a relucir el «Fulgor de Apolo». Entonces, tras sumergir un objeto en el líquido, y ante la mirada atónita del incauto, lo extraía convertido en oro. En verdad se trataba de pintura dorada de secado ultrarrápido lo suficientemente brillante como para despertar la codicia del cándido de turno. Entre éstos hubo un tal Orestes que quedó tan sujeto al engaño, que el bueno de Imanol no le timó también lo puesto para evitarse su desnudez.


Con la tranquilidad que dan los años, el falso alquimista solía tornar por los pueblos embaucados. Al llegar al de Orestes, descubrió un castillo lozano e inmenso. En él moraba el mismísimo Orestes, quien lo recibió con los brazos abiertos y sumamente agradecido. Rendido a sus ojos, Imanol le pidió que le devolviera el «Fulgor de Apolo»: arguyó que había perdido la fórmula y que lo requería para fabricar más. Orestes accedió, pero sólo si aquél lo compraba en las mismas condiciones en que antaño él lo había hecho. Aferrado a la vasija aún medio llena, Imanol se marchó sólo con lo puesto, incapaz de notar como el castillo volvía al libro mágico del travieso gnomo Orestes.


Safe Creative #1101228311585

Arte © Jacek Yerka

.

miércoles, 19 de enero de 2011

¿Qué elementos debe poseer un microrrelato para ser eficaz? Según…

Hermes Melcher, Pen


…dos autores.


En primer lugar calidad literaria, brevedad, intensidad expresiva conseguida con un lenguaje conciso. Yo aunaría sus esenciales factores bajo una denominación común de lectura fantástica del mundo, en la que cabe el factor sorpresa, el absurdo, el juego intelectual, simbólico etc. Pero a decir verdad no creo en las definiciones cerradas del microrrelato, o de cuáles son los factores imprescindibles en él. A excepción de la calidad literaria, todo está abierto en su creación, ya que su identidad abierta lo hace permanecer en constante cambio formal y conceptual.

Julia Otxoa


Tengo que responder con otra pregunta ¿Eficaz para quién? La eficacia depende mucho del lector. Los microrrelatos humorísticos suelen ser muy eficaces y son más masivamente eficaces cuanto más se aproximan al chiste, que no es lo deseable. Cuanto más elíptico, cuanto más compleja es su ironía y mayores son los conocimientos culturales que exige del lector, menos masivo será un microrrelato, pero muy grande será su eficacia en quien pueda acceder a él. Esto no impide que haya microrrelatos que son simultáneamente de alto nivel literario y fácilmente comprensibles. El ejemplo inmediato es Monterroso. Hechas estas aclaraciones, creo que para ser eficaz como microrrelato, una brevedad debe funcionar como una maquinita perfecta, diseñada y aceitada para llegar al final siempre un instante antes que su lector.

Raúl Brasca


…y según dos teóricos.


Como antóloga soy una antojóloga como decía Juan Ramón Jiménez. En Mínima expresión escogí textos que mostraban el desarrollo del género en Venezuela durante 100 años. Algunos de ellos porque representaban diversas vertientes, otros porque me gustaban. Ahora estoy haciendo una antología temática y escojo cuentos que me gustan. En realidad no puedo contestar la pregunta porque creo que con la minificción no hay recetas ni eficiencias. Textos muy diferentes funcionan igualmente bien. Deberían ser breves, claro, pero aparte de eso lo maravilloso de la minificción es que es siempre distinta, cambiante, poco apegada a reglas, decálogos y mandamientos. Esa sensación de estar sosteniendo un material inasible es lo que más me gusta.

Violeta Rojo


Yo no hablaría de eficacia, sino de originalidad, perfección o cualquier otro criterio literario. Cada texto propone sus propios criterios de lectura. En mi caso, cada proyecto de antología surge de una propuesta de lectura, lo cual me permite crear series temáticas o formales, establecer tradiciones genéricas, señalar relaciones intertextuales, reconocer estilos individuales, construir secuencias específicas, etc.

Lauro Zavala


Fuente: Internacional Microcuentista

Foto © Hermes Melcher, Pen

.

martes, 11 de enero de 2011

El envidioso

Aleksandra Brodecka, Sin título



MI MAMÁ siempre me repite que tengo la cabeza hueca; pero se equivoca: está bien llenita, sólo que de aire caliente. Por eso, cada tanto, cuando se me olvida lastrarla con cierto tributo de páginas por día, la muy pícara cual globo intenta escapárseme. ¡Ay de mí, sino fuera por la velocidad que han adquirido mis manos para abortar sus incursiones aéreas! Sin embargo, ése no es mi mayor infortunio. El susodicho tiene nombre y apellido: Juan Pérez. Triste rival y peor compañero de aula que siempre ha envidiado todo lo mío: mis zapatillas deportivas, mis libros de aventuras —eso que odia leer— y hasta los besos que yo creía tan a escondidas de Verónica.


Pero sé que, además, anhela mi cuerpo desde que lo vi —en la primera oportunidad que tuvo hace un mes— correr hacia mí con su cabeza entre las manos infinitamente extendidas… Me horroriza siquiera esbozar qué hubiera acontecido conmigo de no ser por aquella bendita piedra en el camino.


Safe Creative #0906154026715

Foto © Aleksandra Brodecka

.

martes, 4 de enero de 2011

La comida de Navidad

Pretty, Still life


HACE casi un año que Elena murió. No obstante sus padres me han pedido que, como de costumbre, asista a la comida de Navidad. Pensé en disculparme, pero los viejos siempre han sido tan buenos conmigo, que no tuve corazón.


Afortunadamente, la velada transcurrió contenida; melancólica pero no triste. Incluso pude reencontrar una sonrisa en el rostro de Marga cuando me sirvió el café…


De repente, tirado en el piso y antes de que volviera a desvanecerme, alcancé a oír la voz de mi suegro: «Lo siento muchacho pero a mi esposa, todas las noches, se le aparece nuestra hija en sueños y le dice que te extraña con locura».


Safe Creative #1101048192876

Foto © Pretty, Still life

.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...