—¡PAPÁ,
hay tres hombres en el living abrazados a un violonchelo! —dice mi hija al
irrumpir como un torbellino en la biblioteca.
—Eso
no es posible, Alicia, nosotros no tenemos instrumentos musicales —le respondo
sin apartar la vista de mi lectura.
—¡Yo
que sé!... ¡Lo habrán traído ellos!
Doy
vuelta la página y acaricio a Georgie.
—Ya
veo; de todos modos, no recuerdo haber invitado a nadie —de repente, alarmado,
levanto la vista—. ¿Qué te dije sobre nunca abrir la puerta a extraños?
—¡Yo
no le abrí la puerta a nadie, papá! —protesta Alicia con gesto ceñudo—. ¡Pero
deberías preguntarles qué desean!
Georgie
me mira y se reacomoda perezosamente en mi regazo.
—Dejame
que termine este capítulo —le digo enseñándole un volumen respetable de
páginas—, y después les pregunto.
Molesta,
Alicia gira sobre sí misma y se marcha a grandes zancadas.
—¡Ay,
estos niños de hoy! —exclamo, y tras retomar mi lectura, escucho las primeras notas
de la Suite nº 1 en sol mayor de Bach.
—Georgie,
lo que de verdad me desconcierta no es la música, ya sabemos lo vívida que
puede llegar a ser la imaginación de mi hija; sino el hecho de por qué se habrá
figurado que eran necesarios tres hombres para tocar un violonchelo.
—Cuestión
de compatibilidades, mi estimado; según de qué humor esté el instrumento, lo
toca uno o el otro o el otro —dice Georgie, todo sonrisa, antes de desaparecer
por completo entre las páginas del libro.
.
9 comentarios:
Un cuento tan asombroso como "Alicia en el país de las maravillas" al que rinde homenaje. Seductor, travieso, imaginativo, porque los dos personajes (padre e hija) lo son. Pero yo me quedo con el gato de Cheshire y su enigmática sonrisa.
Besitos.
Tanto leer, tanto leer, y luego pasa lo que pasa...
Gracias, Sara. Me gusta lo de travieso, porque hacen falta más personajes y textos en esa tesitura (amén de imaginativos).
Y sí, Ángeles; ¿habrá que reorientar las lecturas?...
Saludos cordiales
Siempre tan cínico Georgie...
Saludos,
J.
Así es, José.
Saludos funambulescos
Especialmente original e imaginativo. Y eso que de ninguna de las dos cosas suelen faltar en esta casa.
¡Y Dios quiera que no falten nunca! ;) Gracias, Miguel.
Saludos cordiales
Buen homenaje.
Espero que sí. Gracias por la/las lecturas :)
Saludos funambulescos
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