SIEMPRE
había sido sordo. Nunca supo cómo sonaba una voz hasta aquella tarde en la sala
de anatomía en que una lengua en formol le habló. Se sintió en otro mundo. Al
principio le bastó con las charlas después de clase, pero un día no fue
suficiente. Tenía tanto para intercambiar. Así que la hurtó. Mas con el tiempo
resultó un tanto insulsa, y quiso entablar nuevas relaciones; dándose,
entonces, a una meticulosa búsqueda de posibles interlocutores. Cuando creía
toparse con uno, lo libraba del cuerpo sobrante haciendo uso de sus dotes de
estudiante de cirugía. La prensa habló de quince víctimas, pero se le
confirmaron trece; las otras dos fueron obra de un imitador chapucero,
hambriento de notoriedad, que pronto cayó. Hace tres años, los ataques cesaron,
y el expediente quedó abierto. Ayer, para nuestra sorpresa, se entregó. El
teniente me reasignó, junto con Martínez, al caso; y nos informó que el
imputado no podía hablar, un cáncer le había arrebatado la lengua. En nuestro
primer interrogatorio, vía intérprete, lo supimos desesperado; ya no soportaba
los monólogos.
El presente texto ha sido uno de los 26 micros seleccionados en el 1º Concurso de Microrrelatos de Terror convocado por Librerío de la Plata y los organizadores del IV Festival de Cine de Terror de Sabadell.
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2 comentarios:
No voy a tratar de ocultar a estas alturas mi gusto por "lo negro", así que aunque con bastante retraso, he disfrutado mucho tu texto, deliciosamente llevado y que merece todo el reconocimiento.
Gracias, Miguel. Nunca es tarde cuando la dicha es buena ;)
Saludos cordiales
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