VIVIMOS
en un mundo absurdo. Un día cualquiera acontece una pandemia zombi, sucumbe
media humanidad y te encuentras recorriendo las áreas seguras con una zombi
como acompañante. La gente al principio se asusta, pero cuando explicas el espectáculo,
y les muestras que tu partenaire carece de dientes y que está debidamente
encadenada, aceptan de buen grado recibirte. En los tiempos que corren todos
necesitamos una alegría. Y que mayor alegría que observar cómo apalean a la peor
de tus pesadillas. Poco importan ahora la orden de alejamiento o el hecho de que
la zombi fuese antes tu mujer.
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6 comentarios:
Necesitaremos más avances odontológicos para asegurar las dentaduras y seguir mordiendo. Abrazos maestro,
Gracias, Manuel.
Saludos cordiales
Un panorama tremendista y distópico, Gabriel, pero aun así comprensible. Si llega a producirse una catástrofe semejante, prefiero que me sorprenda en el bar.
Un saludo
JM
Bienvenido al Elefante, Juan.
Saludos funambulescos
Una buena mezcla entre ficción (y a la moda además) y triste y cruel realidad. Disculpa mi falta de seguimiento pero tengo serios problemas de conectividad.
Gracias, Miguel. ¡Y nada que disculpar!
Saludos cordiales
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