FÓBICO a la marea de celulares, computadoras y tabletas, emitió un
ultimátum: “O mi cariño o la servidumbre tecnológica”.
Abatido por la soledad se disponía a quitarse la vida cuando la
aparición de un carruaje ―conducido por un viejo amish y su
bella hija― retrasó cuarenta y ocho veranos, siete hijos y
treinta nietos, su cita con la muerte.
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5 comentarios:
Maravilloso micro, como la música que acompaña a tu blog, las imágenes que eliges para tu portada... una delicia entrar en tu blog.
Un abrazo.
Los sucesos fortuitos, al parecer, alargan la vida de forma generosa, como generoso es mi aplauso. ¡Bravo!
¡Sara y Francisco, gracias! Un placer que les haya gustado este micro.
Saludos funambulescos
Veo que has encontrado la imagen adecuada para tus letras, felicidades.
Un abrazo.
Gracias, Isabel ;)
Abrazos
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