EL POBRE DIABLO, consciente de que por amor iba a traicionar todo aquello en lo que creía, lloró antes de amoldarse a la máscara. No obstante, más doloroso le sería despedirse para siempre de su cola.
Pobre Diablo...no le queda nada. En "el lápiz del Carpintero", una novelita corta y bellísima, el protagonista habla de la "nostalgia del rabo", dice que la ausencia de rabo en los humanos es la responsable de la creacción del lenguaje oral :)
Jeje, me he quedado paralizada un segundo al darme cuenta de que el pobre diablo era quien parecía ser! Me ha gustado mucho. A veces (pero pocas, que quede claro) se debe llorar por amor. Besos!
Almalaire, no conozco la novela pero aparenta ser una buena hipótesis; aunque me has dejado con la incógnita del porqué :( Un autor (que no cito porque no lo recuerdo, ¡bendita memoria!) decía algo así como que en verano, a causa de las moscas, sentía nostalgia por el rabo :) A propósito, delicioso tu comentario: muchas gracias. Otro beso.
Jeve, Mónica, muchas gracias. El amor impone sus sacrificios, y qué cosa más extraña podría existir que un diablo enamorado. Sí, la escultura es maravillosa; no sé quién es el autor/a pero la foto pertenece a Valeria Strunnikova, una fotógrafa rusa. La ha titulado como: Meditation... about the modern art..., pero no sé en realidad si ése es el título de la foto o de la escultura.
Patricia, muchas gracias.
Malena, el placer es mío: bienvenida al Elefante. Jeje, muy cierto lo de los cuernos.
Daniel, todas las opiniones son bienvenidas. Las lisonjas gratuitas no sirven de mucho. Lo que dices de que algo falta es el riesgo que uno encara siempre al deambular por la cuerda de lo hiperbreve: convencer o no. Para ejemplo, basta un botón: El dinosaurio.
Virginia, me ha gustado mucho que hayas visto que la primera frase es netamente polisémica: recién lo de la cola nos testimonia que efectivamente era un diablo y no un pobre tipo :) En cuanto a llorar por amor… no sé, no sé… Tal vez valga llorar sólo por los amores encontrados y no por los perdidos ;)
Desde ya, que el diablo haga sacrificios por amor, lo desvaloriza como diablo y eleva el poder de este sentimiento. Me encantó el micro. Un afectuoso abrazo.
Buen micro. Parece que nadie puede escapar a la locura transitoria del enamoramiento. Unos años después tal vez el diablo esté buscando otra máscara y a solicitud de un nuevo amor, injertándose otra cola, ¿quién lo sabe? Te invito a que pases y dejes tu aporte en azullavable.blogspot.com estamos armando un METAFORARIO: diccionario de metáforas provistas libremente por un foro, que quedarán a disposición de quien las necesite en la escritura. Gracias y felicitaciones!
Pocas palabras pero mucho en lo que pensar nuevamente. Somos lo que nos rodea, o lo que nos rodea nos ayuda o sugestiona, en parte, a ser como somos. La familia, los amigos, y en este caso el amor, desatan muchas veces nuestra predisposición al cambio, o cambio voluntario, de según sea el caso, o de según se mire y de quién mire.
Tu micro me dejó con algo de dulzor en los labios, pero no puedo evitar, de igual modo, reiterar lo que dijeron por arriba: "pobre diablo".
17 comentarios:
Pobre Diablo...no le queda nada. En "el lápiz del Carpintero", una novelita corta y bellísima, el protagonista habla de la "nostalgia del rabo", dice que la ausencia de rabo en los humanos es la responsable de la creacción del lenguaje oral :)
Delicioso el micro, Gabriel. Un beso.
Ah, los "sacrificios" que se hacen por amor, jjajajaa, ni el diablo sale indemne.
Muy bueno, Gabriel.
Abrazo
Jeve.
PD: La escultura también.
Muy buen micro, Daniel.
¡todo sea por el amor, ¿verdad?!
Como siempre es un gusto pasar por acá. Asombrosa escultura.
Saludos!
Pobre diablo el que no se atreve. Excelente ironía la de tu micro.
Un abrazo
Dicen que mucha menos lástima sintió al despedirse de sus cuernos. :S
Me gustó muchísimo.
Un placer encontrarte.
Algo le faltó a este microrrelato, aunque como de costumbre está my bien resuelto.
Es sólo una humilde opinión.
Jeje, me he quedado paralizada un segundo al darme cuenta de que el pobre diablo era quien parecía ser!
Me ha gustado mucho. A veces (pero pocas, que quede claro) se debe llorar por amor.
Besos!
Almalaire, no conozco la novela pero aparenta ser una buena hipótesis; aunque me has dejado con la incógnita del porqué :( Un autor (que no cito porque no lo recuerdo, ¡bendita memoria!) decía algo así como que en verano, a causa de las moscas, sentía nostalgia por el rabo :)
A propósito, delicioso tu comentario: muchas gracias. Otro beso.
Jeve, Mónica, muchas gracias. El amor impone sus sacrificios, y qué cosa más extraña podría existir que un diablo enamorado.
Sí, la escultura es maravillosa; no sé quién es el autor/a pero la foto pertenece a Valeria Strunnikova, una fotógrafa rusa. La ha titulado como: Meditation... about the modern art..., pero no sé en realidad si ése es el título de la foto o de la escultura.
Patricia, muchas gracias.
Malena, el placer es mío: bienvenida al Elefante. Jeje, muy cierto lo de los cuernos.
Daniel, todas las opiniones son bienvenidas. Las lisonjas gratuitas no sirven de mucho. Lo que dices de que algo falta es el riesgo que uno encara siempre al deambular por la cuerda de lo hiperbreve: convencer o no. Para ejemplo, basta un botón: El dinosaurio.
Virginia, me ha gustado mucho que hayas visto que la primera frase es netamente polisémica: recién lo de la cola nos testimonia que efectivamente era un diablo y no un pobre tipo :)
En cuanto a llorar por amor… no sé, no sé… Tal vez valga llorar sólo por los amores encontrados y no por los perdidos ;)
Saludos cordiales.
Pobre diablo.
Sí, lo mismo creo Esteban.
Saludos.
Desde ya, que el diablo haga sacrificios por amor, lo desvaloriza como diablo y eleva el poder de este sentimiento.
Me encantó el micro.
Un afectuoso abrazo.
El uso de una máscara es como una mentira, el problema surge cuando el enmascarado o el mentiroso se lo cree.
Saludos.
Bueno, tal vez cambió cola por alas... ¿No? Aunque me parece que podrá perder la cola pero no las mañas...;-)
¡Muy buen micro Gabriel!
Saludos!
Buen micro. Parece que nadie puede escapar a la locura transitoria del enamoramiento. Unos años después tal vez el diablo esté buscando otra máscara y a solicitud de un nuevo amor, injertándose otra cola, ¿quién lo sabe?
Te invito a que pases y dejes tu aporte en azullavable.blogspot.com estamos armando un METAFORARIO: diccionario de metáforas provistas libremente por un foro, que quedarán a disposición de quien las necesite en la escritura. Gracias y felicitaciones!
Pocas palabras pero mucho en lo que pensar nuevamente. Somos lo que nos rodea, o lo que nos rodea nos ayuda o sugestiona, en parte, a ser como somos. La familia, los amigos, y en este caso el amor, desatan muchas veces nuestra predisposición al cambio, o cambio voluntario, de según sea el caso, o de según se mire y de quién mire.
Tu micro me dejó con algo de dulzor en los labios, pero no puedo evitar, de igual modo, reiterar lo que dijeron por arriba: "pobre diablo".
Un saludo :]
El diablo será diablo aunque se ponga una máscara.
Un saludo indio
Gloria, José, Claudia: ¡muchas gracias por pasar!
Gracias Julio, y bienvenido al Elefante. Cuando me haga un poco de tiempo paso por el Metaforario, desde ya me parece una idea interesante.
Susan, bonita reflexión; creo que el micro deja esa sensación ambivalente que señalas en el segundo párrafo: dulzor y pena. Muchas gracias.
Jeje, sí, No Comments; pero démosle algo de crédito.
Espero, en la medida que pueda, pasarme por sus bitácoras.
Saludos cordiales.
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