A cuatro
manos con Isabel Segura Boutry
APARECÍAN
cuando la soledad de la isla desierta lo abrumaba pero, más que acompañarle se
aprovechaban de su estado. Amaranta la filóloga se empeñaba en cobrarle las
conversaciones palabra por palabra, Hildebrando el político corrupto le
exigía más ciudadanos para erigirse gobernador, Bayardo, Plácida, Lavinia ¡y
tantos otros! Así que una hermosa mañana de azul descarriado se deshizo de
ellos. A unos los arrojó por el acantilado, a otros los invitó a nadar
entre tiburones y al resto simplemente lo estranguló. Pero aquellos asesinatos
maltrataban su conciencia, por eso alzó una puerta frente al mar —siempre
llegaban por mar—, por eso. Porque sabía que, a pesar de sus defectos, los
visitantes tenían una gran virtud, la urbanidad. Cuando llamaran bastaría con
no abrir. Tras varios meses las aldabadas desaparecieron y, aliviado, incluso
coqueteó con la idea de eliminar la puerta. Entonces llegaron aquellos hombres
y golpearon y golpearon hasta que, desencantados, volvieron a sus chalupas
rumbo al buque.
Cuando
levaron anclas, él, náufrago loco, sonreía, de nuevo sus fantasmas se habían
desvanecido.
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.
9 comentarios:
¡Pobre! :-)
Bravo Gabriel. Menuda idea, los fantasmas del náufrago desvanecidos.
Muy tuyo, que no es poco.
Un saludo indio
Mitakuye oyasin
Me gustan esos fantasmas que desaparecen igual que llegaron. Yo creo, sólo creo (no me hagas caso si no quieres) que se leería mejor con cuatro comas: "Amaranta, la filóloga," e "Hildebrando, el político corrupto,".
Un naúfrago loco digno de un microcuento especial como el que a cuatro manos habéis creado.
Un abrazo.
Lleno de aire salado y nieblas enturbiadas... Me gustó.
Deberías hacer caso a Laura respecto a las comas y echar un vistazo al ritmo de la puntuación, según mi criterio.
Genial eso de escribir a cuatro manos, pues son dos cabezas.
Ha sido un placer trabajar contigo.
Mucha suerte en la final.
¡Ah! interesante aldaba, para perder la mirada .
Saludos.
De náufragos se ha escrito mucho. De fantasmas también. Es bueno ver que siempre hay una vuelta de tuerca (qué lugar común) para estos temas.
Gracias, Gabriel. ¡Saludos!
Ya ves, Vero, siempre poniendo a los personajes a sufrir ;)
Gracias, David.
Laura y Rubén, gracias por las sugerencias, siempre son bienvenidas. Las tendré en cuenta.
El placer ha sido mío, Isabel. Muchas gracias por todo :)
Sergio, siempre existe una vuelta de tuerca; la cosa es hallar la llave para darla ;)
Saludos cordiales
Magnífico relato. La imaginación, el espejismo, los sueños... todo un mundo para un buen creador.
Gracias, Francisco. Me alegra que te haya gustado.
Saludos funambulescos
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