domingo, 15 de julio de 2012

Vuelos



LE JURÉ que la llevaría en una alfombra mágica hasta la luna.
—Yo nunca he podido llegar tan alto —dijo.
Creí que bromeaba pero, cuando supo que lo mío era sólo una metáfora, montó en su escoba y se marchó.

11 comentarios:

Sara Lew dijo...

Eso es lo que pasa por tomarse las galanterías literalmente, que luego una se decepciona...
Muy bueno, Gabriel.
Un abrazo.

Puck dijo...

jajaja es que las mujeres somos un poco brujas!!! jajaja. Gracias por la risa
saludillos divertidos

Francisco Espada dijo...

Esta imagen que colocas, símbolo del vuelo imposible para el hombre, salvo por brujería, me trae recuerdos de la infancia, cuando la escoba era el elemento más común del hogar. ¡Felicidades por el micro!

Gabriel Bevilaqua dijo...

Sara y Puck, muchas gracias.

Francisco, es cierto, las escobas tradicionales prácticamente ya no se ven. ¡Las brujas van a quedar en evidencia!


Saludos cordiales

Petra Acero dijo...

Gabriel, no se puede poner la miel en los labios y después decir que solo era una metáfora. Muchas insatisfacciones tienen su origen en metáforas de este tipo, a las cuales sois tan propensos los hombres...
Un beso (no es ninguna metáfora, aunque sea en la lejanía).

Laura dijo...

¡Cuánta brujilla hay suelta, Gabriel!. ¡Y cuánto hombre metafórico que te promete la luna y te lleva al fango!. No, que no es tu caso, que ya sé que lo tuyo es pura ficción.

Me voy con mi escoba....¡volando!.
Besos desde el aire.....

Gabriel Bevilaqua dijo...

Pero Petra, yo no soy un hombre, ¡soy un escritor —o al menos aspirante—! ;)

¡Feliz vuelo, Laura! Se me hace que tú si puedes llegar muy alto ;)


Saludos embrujados

Anónimo dijo...

Las brujas del siglo XXI ya no vuelan en escobas, lo hacen en unas modernisimas aspiradoras..

Gabriel Bevilaqua dijo...

Buen punto, Anónimo, pero creo que las más grandecitas están demasiado encariñadas con sus escobas como para sumarse al cambio de época. Otra cosa son las más jovencitas... ;)

Saludos

Eva Letzy dijo...

Jajaja! Buenísimo este, me hizo mucha gracia. Me encantan los microrrelatos

Gabriel Bevilaqua dijo...

¡A mí también me encantan! Y el humor, que suele practicarse tan poco en literatura -y que tan difícil es de lograr- halla en esta distancia un terreno propicio. El peligro latente es caer en el mero chiste. Gracias, Eva.

Saludos

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