LA
NIÑA tapió la entrada de la casa de muñecas. El calor y el fuerte olor a humo
despertaron a la madre, quien, inútilmente, golpeó y arañó la puerta al grito
de “¡Lucía!”.
—¡Por
aquí mamá! —dijo la pequeña.
Y
la mujer, al salir por una de las ventanas siguiendo la voz de su hija, se
precipitó al abismo.
.
5 comentarios:
Hola, Gabriel.
¡Te parecerá bonito cargate a la madre!
Muy macabro, creativo, subrealista...
Me gusta que me sorprendan.
Un abrazo.
Gabriel, el micro parece un laberinto. Uno duda en varias ocasiones de si el incendio es en la casa de muñecas o en la casa real. Todavía lo dudo y eso me da mucho miedo. Los sucesos donde intervienen niños son terroríficos, quizá porque siempre creemos que son inocentes. Un abrazo.
Gracias, Petra. Me alegro que te haya gustado y sorprendido :)
Tal vez la duda, Mar, provenga del hecho que se entra al laberinto desde una realidad pero se sale del mismo hacia otra...
Saludos cordiales
Me pasa como a Mar, pero imagino a la madre como una muñeca a la que su hija, que también es una niña tira al vacío. No me quiero ni imaginar las historias que se ha imaginado hasta que ha quemado la casa, ni las que vive en su día a día.
Un micro con muchas puertas y ventanas.
Abrazos
Hola, Anita. Tu interpretación es muy válida, me gusta :)
Saludos funambulescos
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