...según Fernando Sorrentino
―Si
tuviera que formular un reclamo para argumentar la necesidad de la narrativa en
la vida humana, de la literatura que asume como género el cuento o la novela,
¿qué sería lo esencial que expresaría?
No
hay nada que argumentar en favor de tal necesidad. Los hechos empíricos están
certificando, y con creces, esa necesidad. No diré nada nuevo si afirmo que,
como todos vemos, al ser humano le complace que le cuenten historias. Y, sobre
todo, que esas historias sean gratuitas, sean porque sí, para pasar el tiempo,
para divertirse, para gozar de los laberintos de la imaginación, del placer de
la fabulación y del embuste.
En
tal sentido, soy el primero en adscribirme a esta inconsciencia y a esta
frivolidad.
Fuente: Contemporáneos del mundo, número 15.
Una larga y sustanciosa entrevista que Garzón Céspedes le hiciera al autor.
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7 comentarios:
Tal vez la necesidad sea mayor para el que escribe que para el que lee... En cualquier caso, ¿qué haríamos sin estas frivolidades?
Hola, Gabriel,
Mándame un correo para invitarte a colaborar con El Microrrelatista, si te interesa.
Un abrazo.
No hay mucho más que decir, nos gusta que nos cuenten historias para imaginar, por ejemplo yo imagino a los primeros humanos refugiados en cuevas al anochecer alrededor de una fogata escuchando a alguno de ellos relatar todo lo que el día permitía fantasear. Ya se me ha disparado la imaginación...
Besitos
Yo, lo confieso, soy frívola, y llevo sin leer dos minutos y medio. Nunca lo había pensado así pero sí, soy adicta al embuste y qué. Me ha gustado mucho tu entrada Gabriel. Un saludo.
Amén. :-)
Me parece bien la idea de la literatura per se. Pero dudo mucho que Fernando Sorrentino sea el primero en adscribirse a esa corriente.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Aurora, Elysa, Mar, Elisa, Pablo, muchas gracias.
Tor, en breve te escribo.
Pablo, es una vieja corriente sin duda (a la que yo también adscribo) pero creo que a lo que apunta Fernando (que es un cuentista extraordinario) es que muchas veces se quiere denostar (al menos aquí) al que no adscribe a ciertas modas literarias, políticas o sociales, que generalmente nada o poco tienen que ver con la literatura.
Saludos cordiales
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