EN
NUESTRA CIUDAD llueve durante todo el año, por eso no es de extrañar que una de
las profesiones más prósperas fuera la de paragüero. Y digo fuera, porque desde
que doña Gertrudis entrara al negocio, todos nos hemos visto forzados a bajar
las persianas. Es que no hay manera de competir contra sus paraguas con
arcoíris incluido.
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5 comentarios:
Desde luego... Estos capitalistas... No saben qué inventar.
Y veo que lo del paraguas también es recurrente.
Muy bonito.
Besos.
Hombre, es que un paraguas con arcoiris incluido es una maravilla maravillosa. Contra eso no hay nada que hacer.
Por cierto, ¿los vende por internet? :D
Es que nada vende como las ilusiones.
Algunos tienen la idea justo en el momento adecuado.
Saludos,
J.
Sí, sí, Sara, los paraguas también.
Lamanteblemente, no, Ángeles; pero siempre te podés dar una vuelta por aquella ciudad ;)
De ilusiones vive el hombre, Miguel.
José, de eso se trata todo, ¿no?
¡Gracias y saludos para todos!
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