PESE
a que el trasatlántico se halla a más de tres mil metros de profundidad, ni una
sola gota de agua moja el interior del camarote 115. Y no se trata de que esté herméticamente
cerrado, ya que sir Malcolm Whitaker, como todas las mañanas desde que
zarparon de Southampton, lo abandona para tomar, por así decirlo, un poco de
agua fresca sobre cubierta. El caso es que al abrir la puerta del camarote, el mar,
tímido y respetuoso, permanece afuera.
Cuando
el hombre regresa, la señora Whitaker le pregunta si ha vuelto a charlar con el
capitán, si ha visto delfines escoltando a la embarcación, o si se ha dignado a
pedirles a los pequeños que corretean por los pasillos que la visiten. Sir
Malcolm Whitaker la besa tiernamente y satisface todas sus inquietudes, salvo
la última. Pero esta mañana algo ha cambiado. El hombre, aún junto a la puerta,
insta a los chiquillos a que entren; años se ha demorado en persuadirlos de que
aquella mujer inmaculada es buena. Entonces la señora Whitaker adivina con sus
manos las caritas de los niños muertos, y moja con sus lágrimas el piso del
camarote.
El
mar lentamente la acompaña.
El presente texto ha resultado ganador del mes de noviembre próximo pasado (juntamente con otros dos micros) en el IV Certamen de relato corto para mesilla de noche que organiza el sitio Esta noche te cuento.
Foto: Camarote del RMS Titanic
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9 comentarios:
¡Precioso relato, Gabriel! Ningún sitio más apropiado para hablar de la muerte que el camarote de un transatlántico.Si encima consigues hacer poesía, me quito el sombrero. ¡Enhorabuena por el logro!
Gracias, Paz. Me alegra que te haya gustado. Nos vemos, o al menos nuestras letras se verán, en el librito de ENTC. ;)
Saludos cordiales
Un relato de una gran belleza. Me alegra haber descubierto este rincón literario. Ha sido un pacer encontrarte y leerte.
Saludos.
Buen micro, Gabriel. Enhorabuena.
Un abrazo.
Josep
Josep M. Panades y Josep, gracias. Y bienvenidos a mi casa virtual.
Saludos funambulescos
Enhorabuena. Un texto precioso y preciosista.
Gracias, Miguel Ángel. Sé que te ha gustado mucho este micro. ¡Felices Fiestas!
Saludos cordiales
Muy bueno.
Gracias, Elomnisciente; y bienvenido a "El elefante".
Saludos funambulescos
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