A LA
EDAD DE 83 AÑOS, Ezequiel Delgado está decidido a cometer un asesinato. Ignora
de dónde le viene este oscuro deseo, pero sabe que no podrá descansar hasta que
lo convierta en realidad. Para elegir a su víctima, ha hecho una lista de
faltas, vicios y miserias; anotando junto a estos, según corresponda, el nombre
de familiares y amigos de su misma generación. A la hora de sumar, el hermano
de su esposa ostenta nueve puntos. El siguiente paso consiste en determinar el modus operandi del crimen. Por el reuma,
descarta cualquier acción violenta. «Lo mejor será usar veneno —dice, y agrega
entusiasmado—: Sí, veneno en el mate». Se levanta y llama por teléfono. Lo
atiende la hija de su cuñado. Cuando le pide que le diga a Víctor que lo espera
para compartir unos mates, la mujer lo insulta y corta. El viejo se queda
pensativo, hasta que al fin se palmea la frente. «¡Mi cuñado se murió de un
síncope el año pasado!», vocifera, al tiempo que una inquietud le recorre la
piel como una serpiente. Vuelve a sentarse y repasa los nombres de sus otros
candidatos. Pedro, Marta, Hilario… todos están muertos; incluso, Isabel, su
esposa, que suma dos infidelidades, lo abandonó irreparablemente hace un par de
semanas. Entonces, mientras se seca los ojos, se da cuenta de que ha incurrido
en un pecado de omisión. Toma la lista y escribe —una y otra vez—: «Ezequiel
Delgado». Sonríe. Y se va hasta la cocina para poner la pava a calentar.
Hace exactamente un lustro nacía «El
elefante funambulista». ¡¿Cómo ha crecido la criatura?!
.
8 comentarios:
Yo no lo vi nacer, Gabriel,lo conocí ya como un saludable adulto en la flor de la vida.Espero que sin ninguna intención de suicidarse con mate como tu protagonista.Enhorabuena por la criatura, hacedor.
¡Genial! Admiro tu capacidad narrativa.
Un abrazo.
Uno de esos textos que te dejan sin respiración. O de los que te dejan solo un poquito de aire, que apenas alcanza para decir: «¡Noooo!».
Qué genial, Gabriel.
Quedó muy bien Gabriel. Un hermoso texto.
Cariños
«Hacedor», ¡qué hermosa palabra! ¡¡Gracias, Paz!! :) Y en cuanto a las intenciones, por ahora El elefante aspira decidida y seriamente a la vejez ;)
Francisco, Vero y Elise, gracias.
Saludos cordiales
Una vez "pillado" (me costó un poco esta vez) uno no puede por menos que quitarse el sombrero.
Si es que nos acordamos de las cosas siempre a última hora y luego pasa lo que pasa, je je.
Enhorabuena por el aniversario Gabriel.
Saludos.
Gracias, Miguelángel. Lo importante es que al fin y al cabo lo has pillado; y ciertamente es un minicuento que puede resultar un poquito difícil, pero creo que esa dificultad se ve recompensada por la significación del mismo.
Gracias, Miguel.
Saludos domingueros
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