IVÁN se siente como cuando niño le pedía a su mamá, después de las buenas noches, que dejara la luz encendida. Pero Dios no es madre y le niega la luna. Sonríe y desaferra una de sus manos del máuser para comerse las uñas. Cuando está a punto de proseguir su acción voraz con la otra, oye un ruido. Infructuosamente otea la oscuridad. Tras un nuevo sonido lanza una bengala. Entonces la ve: una sombra está atascada en el alambre de púas sin ningún hombre al que pertenezca. Iván apunta y dispara, al tiempo que la sombra se libera. Con pavor advierte cómo la misma se aproxima hacia él. Intenta volver a disparar pero su fusil es ahora el atascado. La bengala se extingue y la sombra se hunde en la noche cerrada. Iván afirma su espalda a la pared de la trinchera y, en tanto busca un cigarro entre sus bolsillos, la sombra salta a su lado y torna a ser uno con él.
―Siempre he sido buen tirador ―dice, mientras hace circular un dedo por el orificio en su vientre.
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11 comentarios:
Aterrador. Cada muerte de guerra es un crimen de lesa humanidad.
Tu micro, para releerlo despacito, degustarlo,aprender.
Un abrazo
Me parece una historia excelente, el tema de las trincheras te inspira, recreas perfectamente esa atmósfera claustrofóbica y terrible que también en visto en el cine (Sin novedad en el frente, Senderos de gloria, Largo domingo de noviazgo). Sólo hay una cosita que me chirría, y es la frase "sin ningún hombre a la que pertenezca", la construcción en sí me parece forzada, pero además creo que hay un fallo de concordancia, si la sombra pertenece al hombre, pienso que debería ser "sin ningún hombre al que pertenezca". Piénsalo.
Vaticino próximo galardón para este relato. Un abrazo.
¡Muchas gracias, Patricia!
Ay, Elisa, en cuanto a la frase en sí misma me temo que no puedo hacer nada porque es un capricho de autor. Eso sí, tienes razón en cuanto a que existe un problema en la concordancia del género: como se refiere que pertenece al hombre debe ser “al que pertenezca”. Mira que cuatro ojos son mejor que dos, pero seis aún lo son más ;)
Muchas gracias por señalarme el error y tu opinión sobre la frase: es muy importante no limitarse sólo a decir cuánto nos gusta un texto sino también señalar aquello que nos chirría; así se construye este aprendizaje compartido.
Y, por supuesto, muchas gracias por tus palabras sobre la atmósfera: precisamente una de las etiquetas que le coloqué es “De atmósfera” :)
Y gracias también por el vaticinio: ¡ojalá te sea el comienzo de una larga, certera y fructuosa carrera como pitonisa! ;)
¡Abrazos para ambas!
Los caprichos de autor son los que marcan la diferencia, así que no seré yo la que luche contra ellos :).
:)
Es muy cinematográfico, muy visual... Es verdad que Dios no es madre, a veces no es ni padrastro.Que nadie te niegue la luna, Gabriel.
Un beso
Hola, Gabriel:
Hoy publico en mi blog el micro que te dediqué.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Abrazo, Almalaire.
¡Ya voy para tu blog, Pablo!
Saludos cordiales.
Tan emocionante como tétrico
Excelente micro, Gabriel. Circular y dramático. Pienso al igual que Elisa, en el clima que se genera.
De lo mejor del mes en la Marina.
Abrazos.
Gracias, Pablo. Y bienvenido al Elefante.
Muchas gracias, Mónica.
Saludos.
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