HACE casi un año que Elena murió. No obstante sus padres me han pedido que, como de costumbre, asista a la comida de Navidad. Pensé en disculparme, pero los viejos siempre han sido tan buenos conmigo, que no tuve corazón.
Afortunadamente, la velada transcurrió contenida; melancólica pero no triste. Incluso pude reencontrar una sonrisa en el rostro de Marga cuando me sirvió el café…
De repente, tirado en el piso y antes de que volviera a desvanecerme, alcancé a oír la voz de mi suegro: «Lo siento muchacho pero a mi esposa, todas las noches, se le aparece nuestra hija en sueños y le dice que te extraña con locura».
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19 comentarios:
Que la muerte no separe lo que Dios ha unido.
Brrrr ... me dio un escalofrío.
Sabemos que una suegra es alguien que está mal de la cabeza sin embargo, teniendo en cuenta las características particulares de este caso, me veo obligada a depositar mi confianza en Marga: si la muerta lo requiere entonces una buena madre no otra opción...
Un placer leerte Gabriel.
Genial Gabriel!!!
Un abrazo
Hay amores que matan. Pero lo de que los familiares sean los asesinos......esto sí que es nuevo.
Me sorprendió.
Amor más allá de la muerte. Que sean felices por siempre jamás.
Muy bueno, Gabriel, que siga esta racha de inspiración que te lleva asaltando esta temporada.
Dios que brutal Gabriel, me ha gustado mucho. A veces me haces recordar algunos pasajes de nuestro gran Poe. Un abrazo
"Tener corazón", en casos como éste es un error...
Muy bueno, Gabriel.
Jeve y Ruma.
Gracias por pasar, Malena.
Patricia, Ángeles: muchas gracias.
No tanto, Luisa: los crímenes intrafamiliares, lamentablemente, son más comunes de lo que se piensa.
Bueno, Elisa, muchas gracias.
Bueno, Marce, qué decir (mira que has exagerado con lo de Poe)… sí, ya sé, ¡muchas gracias!
Gracias, Jeve y Ruma.
Saludos cordiales.
Buena historia Gabriel, triste y sentida.
Saludos
Es el tercer comentarios que borro, Gabriel...es que no sé que decir, osea si sé, lo que no sé es decirlo...me ha gustado muchísimo, son las tres de la madrugada en España, lo he leído tres veces, dos en voz alta...no sé. Es fantástico. Un beso.
Nunca, nunca, nunca se debe comer en Navidad con los suegros, por Dios :-)
Joer Gabriel, me dejaste la piel de gallina. Buen micro rebosante de sentimiento, de melancolía...
Un saludo indio
Buena finta de cintura. La elipsis funciona a la perfección y nos proyecta sobre un futuro incierto por multiforme.
Excelente micro,
PABLO GONZ
Muchas gracias, Sandro.
Almalaire: has borrado tres comentarios a las tres de la madrugada, lo has leído tres veces, y has escrito también tres veces la palabra nunca. Lo único que le faltó a tu comentario para ser perfecto es haberme dejado tres besos ;)
PD. Disculpa el atrevimiento del chascarrillo -no se repetirá- pero las matemáticas me saltaron a la vista, ellas son las culpables. Ah, por cierto: gracias, gracias, gracias.
Gracias, No Comments.
Pablo, muchas gracias. Lo de la elipsis me tenía un poco preocupado, por fortuna se ve que funciona muy bien.
Saludos cordiales.
Un placer leer tu micro que siempre logra en mí, el impacto del asombro..
Un abrazo y que sigan los éxitos en este nuevo año.
Buenísimo Gabriel! Y más relatado en primera persona. Me gustó mucho.
Saludos!
Buenísimo. Me ha encantado. Un final impactante.
Un saludo. Iria L.
Gloria, Claudia, Iria: ¡muchas gracias por vuestros gentiles comentarios.
Saludos funambulescos.
Menudo golpe final!!! Me ha gustado mucho
Saludillos
Gracias, Puck; y bienvenida al Elefante.
Saludos.
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