«Desgraciadamente yo no tuve quién me contara cuentos; en nuestro pueblo la gente es cerrada, sí, completamente, uno es un extranjero ahí.
Están ellos platicando; se sientan en sus equipajes en las tardes a contarse historias y esas cosas; pero en cuanto uno llega, se quedan callados o empiezan a hablar del tiempo: "hoy parece que por ahí vienen las nubes..." En fin, yo no tuve esa fortuna de oír a los mayores contar historias: por ello me vi obligado a inventarlas y creo yo que, precisamente, uno de los principios de la creación literaria es la invención, la imaginación. Somos mentirosos; todo escritor que crea es un mentiroso, la literatura es mentira; pero de esa mentira sale una recreación de la realidad; recrear la realidad es, pues, uno de los principios fundamentales de la creación».
Juan Rulfo
«La mitad de los cuentos con que inicié mi formación se los escuché a mi madre. Ella tiene ahora ochenta y siete años y nunca oyó hablar de discursos literarios, ni de técnicas narrativas, ni de nada de eso, pero sabía preparar un golpe de efecto, guardarse un as en la manga mejor que los magos que sacan pañuelitos y conejos del sombrero. Recuerdo cierta vez que estaba contándonos algo, y después de mencionar a un tipo que no tenía nada que ver con el asunto, prosiguió su cuento tan campante, sin volver a hablar de él, hasta que casi llegando al final, ¡paff!, de nuevo el tipo —ahora en primer plano, por decirlo así—, y todo el mundo boquiabierto, y yo preguntándome, ¿dónde habrá aprendido mi madre esa técnica, que a uno le toma toda una vida aprender?»
Gabriel García Márquez
6 comentarios:
A mi, mas que escribir, me gustaria un dia ser esa persona quien, sin que nadie se lo espere le da sentido a todo en el final.
Todavía, ése es un más que interesante deseo.
Por cierto, ¡bienvenido!
Saludos.
La creatividad es todo un tema y sobre todo, un gran desafío y qué maravilla cuando alguien se queda atrapado por algunas de nuestras creaciones!
Un abrazo.
Concuerdo contigo, Gloria: poder despertar una resonancia en el lector o espectador es la meta de cualquier escritor o artista.
Saludos.
a veces yo tambien me encuentro con gente cerrada, pero la menos, me encanta sentarme en un banco o en una piedra del camino como hacía con mi abuelo y escuchar sus cuentos e historias
Casia, ¡bienvenida! ¿Existe alguien al que no le guste escuchar historias?... No lo creo; ésa es una fascinación que afortunadamente jamás nos abandona.
Saludos.
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