EN
UN ANTIGUO MANUSCRITO se cuenta que el sabio Estrabón de Alejandría, preocupado
por las duras condiciones de trabajo de los remeros del Nilo, diseñó un
artefacto que, según se lo describe, correspondería a una primitiva máquina de
vapor. Durante la exposición del prototipo, al comprobar que la tarea que antes
realizaban docenas de hombres se volvía del todo prescindible, los remeros
destrozaron e incendiaron la embarcación.
El
sabio Estrabón, autoexiliado en algún pueblo recóndito del Alto Egipto, murió a
los pocos meses ―y conforme sugiere entrelíneas el manuscrito― de tristeza.
H.
G. Bevaqua, Historia de las invenciones fuera
de época, Toulouse, 1972
.
7 comentarios:
Los avances tecnológicos siempre vienen a perturbar el presente de las personas, sus usos y costumbres, así como a hacer desaparecer numerosos puestos de trabajo; las consecuencia inmediatas son...
¡Bonita reconstrucción del pasado!
es difícil ser un adelantado a su tiempo... Este H. G Bevaqua, casi es tocayo tuyo.
abrazos
:D
Eso habríamos debido hacer con los del "abre-fácil" y no dejarles morir de pena, no... acabar primero
Un beso, Gabriel :)
la habrán incendiado y ocultado, pero una vez encendida la mecha...
Me encanta el relato.
Un abrazo!
¡Gracias, Francisco!
Jeje, Puri, un pequeño guiño a los lectores ;)
Otro beso, Alma :)
Y a mí me encanta que te encante, Ana :)
Saludos vaporosos
Es la historia de la humanidad Gabriel. Los grandes inventos terminan siendo armas de destrucción masiva. Sí o sí.
Un abrazo.
Gracias por comentar, Enmascarado.
Saludos funambulescos
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