LLUEVE
dentro de la habitación. Fina y persistentemente. A ratos el techo se inquieta
y caen goterones como puños, relampaguea y truena.
Benjamín,
sentado en una silla destartalada, parece dormido. Cuando el agua le llega a
los hombros, abre los ojos, se pone de pie y se dirige hacia la puerta.
Mientras la atraviesa cansinamente, murmura “La alcoba principal, dos cuartos
de huéspedes, el salón de juegos, un baño y ahora la biblioteca”.
Mira
hacia un lado y otro de la sala y se acomoda en un sillón de cojines empolvados
junto a la chimenea. El espacio mansamente comienza a oscurecer.
Benjamín sonríe, cierra los ojos y, aunque
trata de no pensar en nada, lo asedia una vez más la incertidumbre: ¿pueden los
fantasmas ahogarse?
14 comentarios:
Aunque no suelo festejar el número de post sino el aniversario del blog, no puedo dejar de señalar que con la presente El elefante ha alcanzado la cifra de ¡200 entradas!
Habré de decirle al Elefante que de ahora en más piruetee con sumo cuidado, los post no pasan en balde... ;)
Enhorabuena, Gabriel. Tu blog es más que doscientos post, es un montón de buenísimos relatos. O sea, un excelente libro :-)
Puede que los fantasmas no se ahoguen en el agua, pero sí en sus penas...
Un abrazo.
Creo que los fantasmas son ahogados de antaño, que pululan entre nosostros, ahogándose de pena. No les hace falta agua. Un abrazo
No, los fantasmas vienen con escafandra incluida, eso creo . Hermoso texto como de costumbre,
Felicitaciones por el par de centenares que llevan tus entradas.
Un fuerte abrazo desde el frutillar.
Felicitaciones por la cantidad y la calidad de tus entradas!!!Debo decir que ésta me encantó.
Un abrazo.
¡Estas 200 entradas merecen una felicitación! Que te damos, por supuesto :)
Respecto del texto, me gusta, me transporta -eso es genial para mí y sos uno de los que lo logra-. Hasta el final no imaginé la verdad que ronda a Benjamín, no me asombra viniendo de vos, una vez más, aplaudo. Como contra, y espero que no lo tomes como demostración de soberbia, las tres palabras terminadas en "mente", en un texto tan breve me empalagaron un poco pero, claro, es sólo un comentario al margen.
Dejá que el elefante piruetee, los que te leemos lo disfrutamos.
Abrazo
J&R
Si, quiero unimerme a la felicitación por alcanzar ya, todo un libro de relatos cortos. Enhorabuena Gabriel
¡Jeje! Debe de ser un fantasma novato.
No he leído tus 200 post, pero sí un puñado de ellos elegidos al azar. Conclusión: Me gusta tu elegante estilo literario.
Felicidades, Gabriel.
Un abrazo.
Muy buena entrada para una muy buena celebración.
Lo mejor: la pregunta final.
Me estoy pensando la respuesta que no es fácil.
Un saludo, Luisa.
Muchas gracias, Sara, suena muy bien eso de un excelente libro :)
Marce, ¡muchas gracias! Creo que como dice MJ debe tratarse de un fantasma novato :)
¡Qué hermosa palabra escafandra! Siempre me ha gustado. Muchas gracias, Juan.
Hola Gloria, yo encantado de que te haya encantado :) Muchas gracias.
Jeve, ¡muchas gracias! Con respecto a los tres vocablos terminados en mente, no te preocupés, al contrario, siempre es bueno que se señalen esas cosas. Te cuento que las mismas no son algo que se me haya escapado, están usadas de manera consciente. La idea es, más allá de lo que aportan desde su significado, contribuir a esa morosidad que se describe del protagonista a través de su uso. De allí que cada una aparece en un párrafo distinto y lo suficientemente alejadas para que no resuenen entre sí.
El elefante de seguro va a seguir pirueteando, no creo que me haga caso ;)
MJ, muchas gracias por las lecturas y lo de elegante estilo literario :)
Muchas gracias, Luisa. La respuesta, sin dudas, no es fácil.
Saludos y abrazos funambulescos para todos.
¡200!
Algunos como caricias, otros como rasguños, otros como fogonazos capaces de encender una sonrisa duradera... Fantasmas inseguros y dragones burlones y asesinos piadosos y amantes despechados y esos locos deliciosos que viajan en barquitos de papel a la luna y desde allí se burlan de sus enfermeros...¡Todos tan llenos de vida como para estrenar un Universo!
A su Salud, maestro, que es también la nuestra.
Un beso
Ay, Almalaire, sí que da gusto tener lectores-amigos como tú, no por el piropo literario, que desde ya se agradece grandemente, sino porque los personajes y cuentos que se cobijan en El elefante, además viven en tu memoria. ¡Si te has acordado hasta del loco que viaja a la luna! :) ¿Qué decir?
¡¡¡Muchas gracias!!!
PD. Eso sí, lo de maestro también se agradece pero no puedo aceptarlo: hay tantísimo por aprender y andar, y el viaje recién comienza ;)
¡Felicidades, Gabriel! Brindo por muchas publicaciones más, que tanta falta hace calidad literaria como la tuya en la red.
Cariños.
¡Muchas gracias, Vero! Mientras se pueda, por aquí seguiremos El Elefante y yo ;)
Abrazos
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