Arca Ficticia

Los habitantes de Ficticia somos realistas.

Aceptamos en principio que la liebre es un gato.

J. J. Arreola.

Que en la red puede leerse mucho de lo mejor que se está escribiendo en cuento y ―sobre todo― en microrrelato antes que se publique en papel ya no es ninguna novedad. No obstante, hasta el 31 de diciembre del año pasado existía un tesoro semioculto que sólo algunos resolvían desenterrar: las minificciones de la Marina de Ficticia.

Creo no exagerar al decir que buena parte de lo mejor que se ha escrito del género desde el 2001 al presente ha surgido en Ficticia; pero, lamentablemente, no existía hasta ahora un escaparate adecuado para mostrar los frutos de tanto trabajo. Por supuesto, está la página del mismo taller, donde se publican las minis; pero el carácter laberíntico de la misma, dada las actividades allí desarrolladas, hace extremadamente dificultoso para el visitante ocasional poder hallar los textos acabados de años anteriores.

Para subsanar todos estos inconvenientes y que el gran público bloguero tenga un acceso fácil y cómodo a los tesoros ficticianos, el Dr. Alfonso Pedraza, como un Noé moderno, ha puesto en marcha a partir del 1 de Enero del 2011, Arca Ficticia: una bitácora a la que auguro convertirse en uno de los sitios de referencia del género y una de las mejores Microtecas de la red.

Como ficticiano de las camadas más recientes, invito a todos a darse una vuelta por el Arca, donde diariamente se publicarán los archivos históricos de la Marina hasta alcanzar las Regatas actuales.

Felicitaciones, Doc, por esta magnífica y necesaria iniciativa.

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