LO ÚLTIMO que ella le dijo a él fue «Te pedí que bajaras la velocidad y no me hiciste caso»; él contraatacó «Si sólo te hubieras fijado que no se desabrochara el cinturón de seguridad en lugar de pavear con el rímel».
Desde entonces no se hablan. A la hora del almuerzo o la cena, ella tiende el mantel floreado de la última vez en que todos comieron juntos, pone los platos, y calmosamente sirve la comida. Luego pierde su mirada en el jardín donde antes reinaban las risas y los juegos. Puntual, él se hace presente en la cocina con el periódico y, entre bocado y bocado, simula leer sobre la realidad política que tanto solía interesarle.
Pacientemente, ella aguarda a que él se retire para juntar los platos, y al hacerlo, entre preocupada y cariñosa, rezonga porque Marquitos ha vuelto a dejar el suyo sin tocar.
Imagen © Pavel Kaplun, Teller und Tassen
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16 comentarios:
Este es de los que impactan, me gustó desde la primera vez que lo leí. Luego ya, lo de los encajes en los temas es otro cantar, pero esta mini era, con mucho, la mejor del 17.
Muchas gracias, Elisa.
Tanta normalidad en un asunto que tanto duele. Y la capacidad del ser humano de mirar para otro lado, incapaz de enfrentarse al dolor. Es un buen retrato de lo que somos o de lo poco que podemos ser.
Una maravilla de micro, Gabriel. Con que dulzura tratas un tema tan tremendo.
Esto que relatas sucede muy a menudo, se tiende a culpabilizar, de forma silenciosa la pérdida de hijos.
Te felicito.
Un abrazo.
Me sorprendió el final, me impactó. El tono llevado no te induce a pensar en algo así y al final, zás, bofetón directo a la cara.
Muy bueno.
Un saludo indio
El relato es un espejo perfecto de lo que cuenta. Tiene un tacto sumamente agradable, como esas alfombras que ahogan los ecos del horror que se vive en el piso de abajo.
Claro que tienes un universo :)
Es fantástico Gabriel! Cuando parece que nos develas todo desde el principio, rematas con esa sutileza que nos deja mudos.
Me gustó mucho!
Me encantó,planteas escenas rutinarias que disimulan la tragedia develada al final. ¡Excelente!
Un fuerte abrazo
Me encantó, así de simple, Gabriel. Una vuelta al final que más que impactar, extasía, conmueve -que aunque aparezcan como sinónimos, para mí no lo son-. Mis felicitaciones :)
Abrazo
Jeve.
Enhorabuena por esta mini Gabriel, de las que no se olvidan
Se me estrujó el corazón.
Me atrapó esa atmósfera de silencio en casa. Casi nadie se atreve a romper el silencio. Ni monosílabos, ni predilectos. El afecto se confunde con la espuma del café. (perdón por el atrevimiento, ya le puse un café a tu micro xD) Me encanta, me encanta....aún sigue encantándome.
Saludes,
Jess Vilardi
Gabriel: está estupendamente construido este micro. El final, un latigazo de cotidianidad. Excelente.
Luisa, bienvenida al Elefante y muchas gracias por tu comentario.
Torcuato, No Comments: muchas gracias.
Almalaire, que interesante comparación. Bueno, si insistes, te acepto lo del universo :)
Claudia, Gloria: muchas gracias.
Muchas gracias, Jeve. Qué lindo eso de que “más que impactar, extasía y conmueve”. Y claro, para mí tampoco esos términos son sinónimos.
Patricia, Malena: muchas gracias.
Muchas gracias, Jess; y bienvenida al Elefante Funambulista. Y, por supuesto, a mí me encanta que a ti te haya encantado.
Esteban, muchas gracias.
Estimados amigos, muchas gracias por vuestra lectura y tan elogiosos comentarios para con este texto.
Saludos cordiales.
Ya sabés mi parecer, Gabriel. Es la perfecta descripción de un ritual de consuelo.
Excelente mini.
Abrazos.
Claro que sí, Mónica, muchas gracias. Buen finde.
Abrazos.
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