viernes, 6 de mayo de 2011

Sueños

Hielke Gerritse, Underground I



UN HOMBRE soñó que otro lo mataba a sangre fría. Todo comenzaba con el asesino sentándose frente suyo y proseguía con ambos tratando de bajarse en la misma estación de subtes, entre un mar de gente. De súbito, el sueño arrojaba al soñador al living de su casa, donde el criminal, pistola en mano, le decía algo antes de ejecutarlo que no alcanzaba a oír.


A lo largo de varias noches, el hombre padeció el mismo sueño hasta que una mañana en el subte, el asesino, de carne y hueso, se sentó frente a él. Aunque la perplejidad se le ocurrió mutua, cuando la multitud se arremolinó hacia las puertas, el soñador no vaciló en extraer un estilete…


Desde entonces el hombre vivió tranquilo hasta una tarde en la que, al ingresar a su casa, se imaginó otra vez en el sueño; pero supo que no lo era al oír a su interlocutor:


―Mi hermano gemelo tenía más cabeza que yo para ser detective; pero el destino quiso que la usara para ser escritor, y de los buenos. Tanto que todo lo volvía literatura, en especial, sus sueños.


Safe Creative #1104289088700

Foto © Hielke Gerritse, Underground I

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10 comentarios:

alma dijo...

Es increíble lo que puede crecer el suspense en tan pocos segundos :) Un beso, Gabriel

Puck dijo...

ahí, ahí, rompiendo los límites entre sueño, literatura y realidad. Me gusta
Saludillos

Gabriel Bevilaqua dijo...

Almalaire y Puck, muchas gracias por vuestros comentarios.

Saludos cordiales.

Sara Lew dijo...

Me gusta cuando se disipan las barreras entre sueño y realidad; entre personaje y escritor. Estupendo relato. Un saludo.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Muchas gracias, Sara, y bienvenida al Elefante.

Saludos.

Esteban Dublín dijo...

Gabriel, quiero invitarte a que visites mañana viernes mi blog. Hay un microrrelato que, aunque lejos de este, aborda una idea parecida acerca de la magnitud de los sueños. Un abrazo.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Muchas gracias, Sara, y bienvenida al Elefante.

Saludos cordiales.

PD: espero que blogger no borre más comentarios :(

josé manuel ortiz soto dijo...

¿Y qué pasó?, Bueno, en la segunda parte.

Saludos.

Marce dijo...

Algunos cuentos cortos, no lo deberían ser tanto. Me ha encantado. Un abrazo

Gabriel Bevilaqua dijo...

José, lo que pasó, tras las palabras del gemelo, debería inferirse del mismo texto. Espero que esté lo suficientemente claro.
(SPOILER: el sueño se cumple, pero el asesino es el gemelo, cosa que el soñador no sabía. Y aquél descubre quién era el asesino de su hermano al leer sus escritos: el también soñaba, de allí la frase "la perplejidad se le ocurrió mutua." Es decir, que si el protagonista no hubiera actuado, la segunda parte de su sueño no se hubiera cumplido).

Muchas gracias, Marce.


Saludos cordiales.

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