lunes, 30 de diciembre de 2013

Bugs



CUANDO KLAUS Y ANGÉLICA entraron por último al desván de la vieja casona abandonada, tampoco descubrieron nada raro. «¡Viste!, todas esas historias sobre fantasmas y seres fabulosos no eran más que desvaríos de gente ignorante», dijo el muchacho, algo desilusionado, en el preciso instante en que, desde una hendidura abierta fugazmente en el aire, surgía una esfera verde. Esta tendría unos dos metros de diámetro, palpitaba como un corazón y engullía los objetos —un baúl destartalado y un diccionario Larousse de sinónimos, entre otros— del espacio que la circundaba. En su interior, entre latido y latido, se podía ver un sinnúmero de máquinas, parecidas a calamares, moviéndose al unísono. Impertérrito, Klaus sacó su celular y comenzó a tomar fotografías; mientras Angélica, asida a su brazo, lo exhortaba a salir del desván. Veinte clics después, el joven atendió su pedido; y se dejó conducir, a toda prisa, hasta un par de cuadras del lugar. «¿Estás loco?», le dijo ella entonces, casi sin hálito. «Tengo que subir esto a internet —le dijo él, mirando las fotos, y agregó—: ¿Venís a mi casa?». Klaus nunca pudo entender por qué la muchacha le pegó una cachetada; pero se alegraba de ello, ya que tan molesto se había quedado con Angélica que, al colgar en sus cuentas de Facebook, Pinterest y Flickr las fotos, ni siquiera la mencionó. Como tampoco se la mencionó a su madre, ni antes ni después que esta se transformara, convulsiones mediante, en un agente de la Matrix.
Safe Creative #1312309703704

Tras cinco años de actividad casi ininterrumpida, «El elefante funambulista» se toma unas merecidas vacaciones. Volvemos a encontrarnos, si así lo desean, en marzo de 2014.
¡Y Feliz Año Nuevo para todos!
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sábado, 28 de diciembre de 2013

«El tío Iván», en la voz de Celia Carnovale


El pasado 23 de diciembre, Celia Carnovale ha vuelto a tener la gentileza de leer un texto de mi autoría en su programa radial «Te cuento» (que se emite los martes de 20 a 21 horas por AM 1090 Radio Décadas). Se trata de «El tío Iván», una minificción que escribí hace ya bastante tiempo pero que, afortunadamente, no ha dejado de ser propicia para esta época del año.
Gracias, Celia.



martes, 17 de diciembre de 2013

El ingrediente



TRAS años de insistirle, el Maestro me confió el secreto:
―El ingrediente final para que la fórmula sea efectiva es la sangre completa de la mujer amada.
Quise saber más:
―Maestro, ¿por qué usted nunca repitió el experimento?
Me miró con el ceño fruncido; luego caminó hasta la puerta y, antes de abandonar el laboratorio, dijo:
―Pensé que no eras tan idiota como yo. ¿Crees acaso que después de hacer oro alguien se vuelve a enamorar?
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viernes, 6 de diciembre de 2013

Páramo



A LA EDAD DE 83 AÑOS, Ezequiel Delgado está decidido a cometer un asesinato. Ignora de dónde le viene este oscuro deseo, pero sabe que no podrá descansar hasta que lo convierta en realidad. Para elegir a su víctima, ha hecho una lista de faltas, vicios y miserias; anotando junto a estos, según corresponda, el nombre de familiares y amigos de su misma generación. A la hora de sumar, el hermano de su esposa ostenta nueve puntos. El siguiente paso consiste en determinar el modus operandi del crimen. Por el reuma, descarta cualquier acción violenta. «Lo mejor será usar veneno —dice, y agrega entusiasmado—: Sí, veneno en el mate». Se levanta y llama por teléfono. Lo atiende la hija de su cuñado. Cuando le pide que le diga a Víctor que lo espera para compartir unos mates, la mujer lo insulta y corta. El viejo se queda pensativo, hasta que al fin se palmea la frente. «¡Mi cuñado se murió de un síncope el año pasado!», vocifera, al tiempo que una inquietud le recorre la piel como una serpiente. Vuelve a sentarse y repasa los nombres de sus otros candidatos. Pedro, Marta, Hilario… todos están muertos; incluso, Isabel, su esposa, que suma dos infidelidades, lo abandonó irreparablemente hace un par de semanas. Entonces, mientras se seca los ojos, se da cuenta de que ha incurrido en un pecado de omisión. Toma la lista y escribe —una y otra vez—: «Ezequiel Delgado». Sonríe. Y se va hasta la cocina para poner la pava a calentar.
Safe Creative #1310228815294


Hace exactamente un lustro nacía «El elefante funambulista». ¡¿Cómo ha crecido la criatura?!
   
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