martes, 13 de julio de 2010

Una noche en altamar



DESDE el fondo del bote extendió sus brazos hacia la luna como si quisiera abrazarla. El esfuerzo le dolió en todo el cuerpo, salvo en los ojos. Al instante, descubrió que la luna se agigantaba como si estuviera derrumbándose sobre él. Instintivamente arrió los brazos, aún en alto, para cubrirse. Y alcanzó, antes de perder el sentido, a oír unas voces lejanas, como de fantasmas: «Le juro capitán, por lo que más quiero, que había alguien a bordo de este bote».


Safe Creative #1006016475312

Foto © Martin Day, Boat


17 comentarios:

David Moreno dijo...

Muy buena versión de la manida interferencia de mundos.
Me gustó.

Un saludo indio

alma dijo...

Pobre...me duelen los ojos a mi.

(Ha quedado muy bonito el blog, Gabriel :-)

Claudia Sánchez dijo...

Muy bueno Gabriel. Me gustó mucho.
Y el blog quedó fantástico con el cambio. Y tu foto en color también.
¡Saludos!

Pablo Gonz dijo...

El blog ganó visualmente, Gabriel. Felicitaciones por ello. Del texto destaco la fortaleza de las imágenes. Tu estilo posee el don de la transparencia: las palabras desaparecen dejando lugar a una pantalla donde uno ve una película, en este caso un nanometraje.
Un abrazo,
PABLO GONZ

Esteban Dublín dijo...

Magnífico final.

Gabriel, me encanta la nueva imagen de tu blog. Excelente cambio.

Virginia Vadillo dijo...

Alta mar, luna y fantasmas... es una combinación genial! Me quedo con la frase de que le dolía todo, menos los ojos :)
Por cierto, vaya cambio!! Me encanta la imagen que has elegido para la cabecera!
Un beso!

josé manuel ortiz soto dijo...

Historia que te remite a la inmensidad del mar -con el cielo infinito como marco de referencia.

Saludos y felicidades por el cambio de piel.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Gracias, No Comments. Dice García Márquez que ningún tema está terminado, que siempre se puede dar otra vuelta de tuerca.

Gracias, Almalaire. Para los ojos te recomiendo un lavado con té.

Gracias, Claudia.

Gracias, Pablo; está bueno eso de un “nanometraje”. Hablando de eso, te recomiendo —si quieres, claro— que le eches un ojo al corto El suicida, basado en el microrrelato de Anderson Imbert.

Gracias, Esteban.

Virginia, José, gracias.


Me alegra que a todos les haya gustado el lavado de cara del Elefante :) ¡ya le hacía falta un poco de chapa y pintura!

Saludos cordiales.

Pablo Gonz dijo...

¡Soberbio "El suicida"! Muchas gracias por compartirlo. Muy inspirador. Confirma que el cine sin historia no es nada.
Un abrazo,
PABLO GONZ

Marcela dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Metalsaurio dijo...

Bienvenidos sean los extraterrestres, jeje! :)

Me ha gustado mucho, sin embargo, la última frase, aunque es la que le da todo el sentido al relato no me termina de encajar del todo. Creo que es por el "por lo que más quiero" pero bueno, lo digo por tocar las narices un poco, jajaja! Que conste que me parece una idea original.

Me ha recordado mucho a una frase que un compañero de clase le escribió a un amigo mío en los apuntes: "Moncho es tan alto que cuando se estira toca la luna" y lo acompañaba de un dibujo del tal Moncho, rodeado de estrellas y agarrando la luna :D

Un saludo (simpática y muy funambulista la nueva estética del blog :) Espero que la chica del lucero te siga llevando por buenos caminos)

Elisa dijo...

Fue muy buena la cosecha que nos dio la luna el mes pasado.

Muy bonita la nueva piel de tu blog, la imagen de la cabecera parece que la hubiera pintado el autor después de empaparse bien del espíritu de tus relatos: imaginativa, sorprendente, luminosa y oscura al mismo tiempo, real y fantástica, enigmática y musical. Ni hecha a medida.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Pablo, qué bueno que te haya gustado el cortometraje.

Sí, así es Marcela.

Gracias, Metalsaurio. Con respecto a la frase, es una forma que suele usarse por aquí: te lo juro por lo que más quiero, te lo juro por mi vieja (madre).
En cuanto a los caminos, ¡quién sabe!; veremos qué deparan ;)

Elisa, dada la analogía, no digas esas cosas: una, porque exageras; otra, mira si termino creyéndolas.


Saludos cordiales.

Elisa dijo...

Lo de la analogía lo has pillado ;).
En cuanto lo de creértelo, es imposible, en las minis siempre se parte de cero, de nada sirve lo buenas que sean las anteriores si la nueva no funciona. ¿O no?

Gabriel Bevilaqua dijo...

Jeje, así es: la última mini pergeñada puede ser literalmente la última, ¡qué angustia! ;)

Saludos dominicales.

mayde molina dijo...

Me gusta mucho “cuando la luna se agiganta y él arria sus brazos”.
Está preciosa la foto de la cabecera de tu blog.
Te dejo este link, de un elefante muy creativo, que creo que puede gustarte…
http://fun.mivzakon.co.il/video/General/2344/Elephant.html

Ya está todo arreglado en mi blog, solo perdí los "coments" de antes del incidente...
Un beso, Gabriel

Gabriel Bevilaqua dijo...

Muchas gracias, Mayde; me alegra que te gusten, tanto el texto como la nueva imagen de la bitácora.

Jeje, un elefante dibujante, ¡qué bueno! Ya lo decía yo. ¿Lo habrá hecho por instinto o le habrán enseñado? En cualquier caso es fantástico. Gracias.

Espero que no vuelvas a tener contratiempos con tu blog; es una pena lo de los comentarios pero por fortuna has salvado tu casa virtual, que es lo que más importa.

Un beso, Poeta.

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