CUANDO el encantador de serpientes comienza a tocar la melodía, la cobra se yergue, despliega su caperuza y le hinca los colmillos. Moribundo, el hombre la increpa sobre su mala fe tras tantas temporadas juntos, a lo que la serpiente responde:
—Mala fe, la tuya; el contrato lo especificaba claramente: nada de música moderna.
Moraleja: Si firmas un contrato con alguien de temer, lo más seguro es cumplirlo a pie juntillas.
Arte: Henri Rousseau, «La encantadora de serpientes», 1907
15 comentarios:
jeje Te quedo un buen micro con una buena moraleja.
Un saludo indio
Lo tendré en cuenta jeje.
MUy bueno, me gusta el primer párrafo, muy visual.
Como para olvidarse ;)
Habría que saber que música tocó y si la cobra pecó de estricta o se limitó a hacer justicia...
Me gusta mucho, Gabriel
Me quedo con la moraleja(muy pertinente por cierto), porque sufro de "fobia" hacia las serpientes y no puedo verlas ni en imágenes.
Un abrazo.
Gabriel...
lindo encontrarte en esta noche... domingo y lluvia... y algunas letras...
a veces es tan amplia esta gama de palabras que es como una magia encontrar lugares tan cálidos!!
hermosos días!!!
beso!!
Jaja, buena moraleja! En estos momentos yo creo que debería se un poco más como la serpiente, y lanzarme al cuello de los incumplidores jefes...
No Comments, Baizabal, ¡muchas gracias!
Almalaire, qué interrogante; queda en cada uno la respuesta :) Me alegra que te haya gustado.
Gracias, Gloria.
Ursula, muchas gracias por tus palabras; y bienvenida al Elefante funambulista.
Virginia, ¡calma muchacha que recién es lunes! ;)
Saludos cordiales.
Qué bueno Gabriel, me encanta.
Un abrazo
Gracias Mayde, eres muy amable.
Saludos.
Un placer disfrutar de tus escritos y puntos de vista en este feriado
Gracias Omar.
Saludos.
Muy bueno Gabriel. Me encantó que incluyas la moraleja apartada.
Cariños!
Gracias Soledad.
Saludos.
Jajajaja, me hiciste reír, gracias por esto, Gabriel.
Abrazo
Jeve.
Gracias a vos, Jeve, por la risa.
Saludos.
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