domingo, 11 de septiembre de 2011

12 notas...


...del «Cuaderno de Notas», de Anton Chéjov
Ahora la gente se vuela la tapa de los sesos porque está harta de la vida o por razones semejantes; en otra época, por haber malgastado dinero del erario público.
Sírvame una porción de gran maestro de la calumnia y la maledicencia con puré de manzanas, por favor. El camarero, que no comprendía, molesto con su propia falta de perspicacia, hubiera querido responder algo, pero Pochakín le echó una mirada severa y le dijo: ¡Fuera! Poco más tarde el camarero trajo lengua con puré: había comprendido.
Extracto del Diario de un perro viejo: “Los humanos no comen los huesos que la cocinera hizo hervir para la sopa, ni beben el agua en que los hirvió. ¡Qué idiotas!”.
Es necesario educar a una mujer de modo que sepa reconocer sus errores; de otro modo, siempre creerá tener razón.
Si alguien elije una ocupación que le es ajena, el arte por ejemplo, se vuelve infaltablemente un funcionario. ¡Cuántos funcionarios en la ciencia, el teatro y la pintura! A aquel a quien la vida le es ajena; a aquel que no está dotado para la vida, no le queda más remedio que volverse un funcionario.
Tiene dos esposas: una en Petersburgo, la otra en Kerch. Y, todo el tiempo, escándalos, amenazas, telegramas. Llega al borde del suicidio. Pero termina por encontrar una solución: vive con sus dos mujeres juntas. Las dos están estupefactas, como petrificadas: pero es así como se callan, se vuelven inesperadamente silenciosas.
Un hombre, a quien la rueda de un vagón arrancó una pierna, se inquieta porque en la bota de la pierna perdida había 21 rublos.
“…Esa mujer… Me casé a los veinte años, no he tomado un solo trago de vodka en toda mi vida, no he fumado un solo cigarrillo…” Y sin embargo… Después que hubo pecado todos lo amaron más aún y le tuvieron más confianza. Y, caminando por la calle, comenzó a darse cuenta de que la gente era más tierna y gentil con él, sólo porque era un pecador.
Hay escritores cuyas obras, consideradas por separado, nos parecen brillantes, pero en conjunto apenas si nos impresionan. Por el contrario, en otros casos, un solo libro no nos sugiere nada en particular, pero el conjunto de las obras nos parece límpido y brillante.
Una señorita coqueta, entre risas: “Todo el mundo me tiene miedo... los hombres, el viento... Ah, qué importa... ¡No me casaré jamás!” Su hogar es una desgracia, su padre es alcohólico. Si la gente pudiera ver cómo trabaja con su madre, cómo ella misma se esfuerza por esconder a su padre, todos le profesarían un respeto profundo... Pero también se asombrarían de que le dé tanta vergüenza su pobreza, su trabajo, y que no se avergüence de las tonterías que dice.
Más vale morir a manos de un imbécil, que recibir de él un solo halago.
Comenzó una relación con una mujer de 45 años y a escribir historias de horror, casi al mismo tiempo.

Arte: Félix Vallotton, La liseuse, 1922
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4 comentarios:

Susana Camps dijo...

¡Qué excelente selección!!! Para guardar con cuidado. Muchas gracias.

Juan Ojeda dijo...

Coincido con Susana, una selección increíble. La verdad que rusia tiene escritores excelentes, y como un surrealismo muy interesante que recorre toda su literatura,

Me encantó lo de los funcionarios y las memorias de un perro viejo...
Te mando un abrazo, muy buena entrada.

Nicolás Jarque dijo...

Chejov, siempre tan actual. Me han encantado.
Saludos.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Susana y Juan, qué bueno que les haya gustado esta miniselección de notas de Chéjov. A mí, lógico, me gustan todas, pero destaco especialmente la de las dos esposas y la de los 21 rublos.

Nicolás, la verdad es que no recuerdo si ya habías pasado por aquí. En todo caso, bienvenido al Elefante.


Saludos.

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