…Octavio Paz?
«Un novelista necesita su máquina de escribir, pero se puede escribir en cualquier momento, en cualquier parte. A veces compongo mentalmente un poema en el ómnibus o caminando por la calle. El ritmo de la caminata me ayuda a acomodar los versos. Después, cuando llego a casa, lo escribo. Durante mucho tiempo, cuando era joven, escribí de noche. Es más silencioso, más tranquilo. Pero escribir de noche también magnifica la soledad del escritor. Ahora escribo durante la última parte de la mañana y a la tarde. Es un placer terminar una página cuando cae la noche. La prosa es otra historia. Hay que escribirla en un sitio tranquilo y aislado, aunque sea en el baño. Pero por encima de todo, es esencial tener uno o dos diccionarios. El teléfono es el demonio del escritor. Y el diccionario es su ángel guardián. Yo solía mecanografiar, pero ahora escribo todo manuscrito, dos o tres veces, y después lo dicto a un grabador. Mi secretaria lo mecanografía y yo lo corrijo. En el caso de la poesía, escribo y reescribo constantemente».
Foto © Diane Peterson, Remington
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5 comentarios:
Me gusta este tipo de entrada. Siempre es interesante enterarse de los hábitos de escritura de los consagrados. Además de esto, aquí Paz menciona el hecho de que escribía y reescribía constantemente, y eso para mí significa trabajo y más trabajo, más allá del talento.
Un abrazo fuerte.
Gracias, Gabriel. Este es uno de esos textos que hace falta difundir. Ejemplos de tesón, de respeto al arte.
Se agradece, de verdad.ç
Saludos
Gabriel, otro.
Es fácil imaginarlo :) concentrado y absorto en su casa, escribiendo y tachando y luego escribiendo encima y tirándolo todo a la basura y volviendo al cesto después al rescate de alguna hoja de papel arrugada y dudar y en el último momento negarle el indulto y rasgarla en dos...
Un beso, Gabriel
Me gustan mucho este tipo de textos. En cierta forma desacralizan a los escritores, nos permiten contemplarlos en su intimidad, como si los estuviésemos espiando.
Abrazos agradecidos,
PABLO GONZ
Mónica, creo que todos los que ya hemos hecho nuestros primeros palotes nos hemos dado cuenta, no sin asombro, que aquello de escribir de corrido y sin tocar una coma, no es más que un mito. Escribir es fundamentalmente reescribir; trabajo y más trabajo, como bien decís.
Gabriel/Propílogo, muchas gracias a ti.
Y claro, Alma, que resulta fácil :) pero en mi versión cambié el cesto de papeles por la papelera de reciclaje ;)
Entonces espiemos, Pablo.
Saludos cordiales.
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