Había ido a realizarse un implante capilar; pero, por error, terminaron haciéndole la autopsia. Lo más curioso, sin embargo, fue que así descubrieron que el susodicho llevaba seis meses de muerto. Cuando se lo informaron a su esposa, ésta, horrorizada por haberse compartido con un cadáver, se esfumó.
Con esta mini obtuve una mención especial en el 36 Concurso de Las Historias.
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