miércoles, 17 de julio de 2013

«Sin vacante», en la voz de Mar G. Mena




¡Gracias Puck por engalanar los microrrelatos de «De antología» con tu bella voz!
Sin vacante
REFLEXIONABA sobre dejarlo todo cuando hallé a un tipo pendiendo de la rama de un árbol. Se veía tan sereno y hermoso que le solicité permiso para ocupar un sitio a su lado. «Como guste», dijo, y no tardamos en hacernos amigos. Lo único que me molestaba era su extrema generosidad: con el devenir de los días el árbol se pobló de tanta gente que ya no pudimos compartir soledades. Decidí marcharme en busca de mi propio árbol, con la idea de admitir como máximo, y sólo para evitar que me tilden de egoísta, a uno o dos huéspedes. Pero pronto descubrí que ya no quedaban en el mundo árboles sin ahorcados.
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6 comentarios:

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Quedó genial.

andrea dijo...

Increíble! Muy buen micro Gabriel

Puck dijo...

Es un placer estar en estos lares. Como decía en la entrada de De Antología, me encanta no sólo como escribes, que es genial, también el cuidado detalle con el que realizas cada post. Felicidades!
Un abrazo!

Gabriel Bevilaqua dijo...

¡Gracias, Miguelángel!

Gracias, Andrea. Y bienvenida al Elefante funambulista.

¡Gracias, Puck!; el placer es oír el micro en tu voz, que no todos podemos leer así, con esa cadencia, ni tampoco gozamos de una voz tan bella :) Abrazos.


Saludos cordiales

Francisco Espada dijo...

Hasta la soledad de la muerte es como el "metro" en hora punta. ¡Buen giro!
Un abrazo.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Gracias, Francisco.

Saludos cordiales

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