CUANDO papá halló el reloj de arena roto, me mandó a la cama sin cenar y me prohibió la computadora por una semana. De nada me valió apelar a su condición de abogado. «Su historial, mi estimado, es más que suficiente: ¿cuántas veces le advertí que no jugara con el objeto en cuestión? Innumerables, y aún así usted reincidió otras tantas. He aquí las consecuencias», dijo, y sardónicamente, agregó: «Sea hombre, y acepte su condena». Una semana después, durante la madrugada, oí ruidos en la sala. Bajo el sillón lo encontré al Bobby mordisqueando la maqueta del HMS Beagle a la que papá le había dedicado sumo fervor. Cuando iba a avisarle, observé junto al perro un trozo informe del armazón del reloj. Entonces, sigilosamente, me retiré a mi cuarto.
El presente texto resultó seleccionado del mes de julio próximo pasado en el concurso de Microrrelatos sobre abogados.
20 comentarios:
Tras una pausa ajena a mi voluntad, el Elefante retoma su andadura en la espera de seguir contando con vuestras gentiles visitas.
Saludos funambulescos.
¡Hola! Ya me estaba extrañando la ausencia del funambulista.
Felicidades por el nuevo logro. Es una mini muy tierna.
Como verás, en este tiempo, me decidí y ya tengo bitácora.
Me alegra mucho que retomes la tuya.
Saludos!
Enhorabuena por la selección, magnífico micro.
Me alegra que vuelvas a retomar con energía este espacio, lo seguiré de cerca.
Un saludo indio
Un gusto que estés de vuelta, Gabriel. Como siempre, muy buena historia.
Saludos.
Me encantó!
Yo tambien estuve ausente un tiempo. Y ahora vuelvo a ver si de una vez por todas logro hacerme con el funcionamiento de este asunto de los Blogs. Me parece muy complicado!!!!
Un saludo:)
Me alegro de verte de nuevo por estos mundos :)
Esperemos que el perro tenga más suerte que el narrador.
Un saludo.
Es de esos micros que una segunda lectura los hacen mejorar.
El final es brillante, siempre y cuando se adivina el sentido del micro.
La última frase es clave.
A mi personalmente, me gustó, muy completo.
Tarde o temprano, el pichicho va a necesitar un abogado. ¿Cuántas veces se va a salvar?
Besos.
Sí, está muy bueno, como dice Esteban: "concurso complicado", felicidades!
¡Qué bueno que hayas regresado con este precioso micro!
aiss, es que los relojes de arena contienen una magia tan irremplazable, que no me extraña el enfado de papá :) Que tiemble Bobby..jajja
Besos y abrazos, funambulista
Hola Mónica, gracias. Qué bueno que te hayas decidido a abrir una bitácora, ya estoy yendo a visitarte :)
No Comments, José, ¡muchas gracias!
Fantasma, sí, tiene su complicación esto de los blogs; pero como todo es una cuestión de no cesar en el intento.
Esperemos que sí, Metalsaurio :)
Gracias, Daniel.
Es que se trata de un pichico con suerte, Marcela ;)
Hola Juan, no recuerdo si es la primera vez que pasas por el Elefante, en todo caso, bienvenido. El concurso de los abogados es uno de los más concurridos con cientos de textos presentados mensualmente, por lo que pasar la criba de la selección ya es un premio.
Hola Mayde, sí es cierto lo que dices de los relojes de arena; siempre es un gusto verte por aquí.
Saludos cordiales.
-¿Jura callarse toda la verdad?
–Sí, lo juro.
Qué interesante paradoja. Veo saltar las culpas de unos a otros, incluido el padre que no puede ser más irresponsable, como demuestra con sus actos.
Por otro lado, la realización de esta idea exigía hilar fino y tú lo lograste.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Por fin la verdad saldría a la luz y hay que celebrarlo porque en la realidad no siempre sucede.
Me gustó mucho y sigo admirando tu habilidad con los micros.
Un abrazo
¡Excelente Gabriel! ¡Me alegro de tu retorno!
Saludos,
Qué bueno que regresaste, Gabriel, se te extrañó, ojalá estés bien.
¡Genial este cuento! :)
Abrazo
Jeve.
Pablo, Gloria, Claudia, ¡muchas gracias!
Sí, Jeve, no te preocupés; ¡muchas gracias por estar!
Un abrazo para todos.
Felicidades Gabriel. Por muchos premios que recibas siempre serán pocos. Yo también estoy de vuelta, desde ayer.
Un abrazo.
¡Muchas gracias, Almalaire! Ojalá fuera cierto lo que dices, pero para que lo sea, aún hay tantísimo por aprender y muchas páginas por garabatear. ¡Pero gracias por la fe!
Un abrazo.
Jajjaaja, genial este micro!! Muy listo el chico!
Me encanta, además, la forma de mezclar el lenguaje del padre con el pensamiento del niño :)
(un pequeño detalle: "sea hombre y acepte..." creo que se te coló una tilde :)
Un beso!
Ups, Virginia, tienes razón; pero que tilde más desfachatada: ya mismo le saco tarjeta roja ;) Gracias por advetirme y una alegría que te haya gustado el texto.
Un abrazo
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