jueves, 17 de junio de 2010

Avatares de un lector



COMO TODAS LAS TARDES, el hombre leía bajo un viejo roble del parque cuando lo que en un principio creyó una mariposa se posó en su libro y le dijo:


«Mi muy estimado caballero, por amor al amor, ¿qué es esto de pasársela leyendo? ¡No, no, no! Un hombre como usted, guapo, elegante, refinado y aún joven, necesita a su lado una florecilla como yo que le alegre la vida. Imagínese este cuerpecito entre sus brazos. Sí, ya sé lo que piensa; pero acaso nunca oyó el cuento ése de la princesa y la rana. Esto funciona igual: usted me besa y, de inmediato, yo me convierto en la mujer de sus sueños. Eso sí, no se crea que soy una perdida: el altar es el paso previo a cualquier dulce que vaya más allá de dicho beso. ¡Ah!, no sé usted, pero yo ya puedo imaginarme la fiesta de bodas con centenares de invitados; y la luna de miel por la Polinesia, París, Shangai; y después, nuestro nidito de amor rebosante de niños, docenas. Pero basta de chácharas: ¡vengan a mí de una vez esos afortunados labios!».


Entonces, el hombre, en un movimiento de supervivencia disparado desde lo más primitivo de su cerebro, de golpe cerró el libro sobre el hada para, acto seguido, retomar la lectura con la pena de saltearse las páginas enchastradas.


Safe Creative #1006166614982

Arte © Boris Indrikov: «Lepidoptera», 2001


24 comentarios:

Pablo Gonz dijo...

Un tipo cruel pero práctico, ¡qué duda cabe!
Me gusta el tono de tu prosa. Le encuentro al menos dos capas: una de sobriedad y otra superpuesta de toques brillantes. Creo que ambas se complementan y permiten que el texto adquiera volumen.
Seguiré leyéndote, con permiso.
Un abrazo,
PABLO GONZ

Marcela dijo...

Honestamente, la actitud del hada asustaría a cualquiera! Creo que el lector tomó la decisión correcta.
Más allá de eso, leer forma parte de la vida y de hecho hace la vida mucho más plena.
Beso.

Metalsaurio dijo...

A menudo hay que elegir entre mariposas-vampiro y ser uno mismo :)

Palabras como nubes dijo...

Jajajaja, mala elección de la pobre mariposa. Como lectora yo habría hecho lo mismo, nada peor que me interrumpan con discursos veleidosos.Muy buen micro.

Abrazo
Jeve.

Esteban Dublín dijo...

Fantástico. Qué mariposa tan ilusa.

David Baizabal dijo...

jaja, excelente. Creo que tiene todo lo de un buen microrrelato, con el plus de humor.

Un abrazo

David Moreno dijo...

Ay, cuántas mariposas hay así en la vida, te dan besos y quieren a cambio una alianza eterna, uff

Escalofriante hasta que llegó al final su merecido, jajaja

Un saludo indio

Maite dijo...

Me sorprendió y gustó el desenlace del relato.

Un abrazo

Gabriel Bevilaqua dijo...

Muchas gracias, Pablo. Interesante lo que dices sobre las dos capas: ¡ojalá así sea!

Marcela, en ambas cosas coincido contigo ;)

Metalsaurio, Jeve, Esteban, Baizabal y No Comments, muchas gracias por vuestros comentarios.

Maite, muchas gracias; si no me equivoco es la primera vez que te pasas —o comentas— en el Elefante, así que ¡bienvenida!

Gillian, si quieres poner un link a tu página puedes hacerlo; pero por aquello del spam prefiero no escribirte. En todo caso, bienvenida.


Saludos cordiales.

alma dijo...

:D

Me ha sorprendido la unanimidad de criterio de los comentarios para venir a decir que el hada se lo buscó.

Yo támbién estoy de acuerdo ;)
Es muy divertido, Gabriel, saludos.

Soledad Arrieta dijo...

Ja ja ja, excelente! Yo tampoco besaría a un sapo como el hada, pero de ninguna manera lo aplastaría como hizo este hombrecillo lector.
Muy bueno Gabriel!!

Cariños!

Gloria dijo...

Bárbaro, me encantó sobre todo, esta mujer-mariposa tan chispeante pero muy desprevenida.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Qué lectorsazo,no cayó en el engaño
.Otro más iluso cae entre tanta nube color de rosa,y hubiése sido testigo de las mutaciones de la susodicha hasta llegar a bruja vampira.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Muchas gracias, Almalaire. Y bueno, eso de la unanimidad de criterios en este caso es buena, pues, es la complicidad del lector —junto a su sonrisa— lo buscado por el autor.

Sol, Gloria, Carlos, muchas gracias.

Saludos cordiales.

Claudia Sánchez dijo...

Seguramente esta mariposa lleva siglos buscando quien le quite el encantamiento. ¡Pobre! aún no sabe de tiempos modernos. Ni sabrá.
Excelente relato Gabriel. Me gustó muchísimo.
Saludos!

Mónica Ortelli dijo...

Pues qué bien queda la mini en el blog, hermosa ilustración elegiste.
Me gusta cómo es tu blog, despejado, sencillo, buenas imágenes y mejores contenidos.
No sabía que habías ganado el concurso de Minificciones, en mayo. Vi la imagen, pero no se me ocurrió nada que valga la pena. Te felicito, tu idea resultó muy efectiva y original.
Seguiré visitándote.
Saludos!
lamonoica

Virginia Vadillo dijo...

No sé por qué no comenté el micro cuando lo leí, pero no quiero quedarme sin decierte que menos mal que cerró el libro... que hada más agobiante!!! ;)
Besos!

Gabriel Bevilaqua dijo...

Muchas gracias, Claudia.

Mónica, un gusto tenerte por aquí; y, ahora que te hacés visible, ¡bienvenida!. Muchas gracias.

Jaja, sí, Virginia: ¡menos mal!


Saludos funambulescos.

Elisa dijo...

Pobre hadita, era un poco redicha y chapada a la antigua, si en lugar de aplastarla de mala manera le hubiera dado una oportunidad tal vez se hubiera adaptado a la posmodernidad. ;)

Gabriel Bevilaqua dijo...

No, Elisa: ¡las hadas postmodernas son aún más insoportables!

Saludos.

mayde molina dijo...

Jooo, hay que ver... pobre hadita-mariposa...es que vaya tela cómo sois de incrédulos los hombres...

es broma muchachito, me encantó tu relato!!

un beso

Gabriel Bevilaqua dijo...

Muchas gracias, Mayde; qué bueno que te haya gustado.

Saludos cordiales.

Miguel Ángel Gavilán dijo...

Me gustó tu cuento. Soy nuevo acá, estaba viendo blogs ajenos y di con el tuyo. Te paso el mío así compartimos lo que hacemos. www.satencereza.blogspot.com abrazo

Gabriel Bevilaqua dijo...

Gracias, Miguel. Ya me pasé por tu blog: muy buenos textos, en especial -de los que leí- me gustaron mucho el de Marilyn y el de Emily.

Saludos.

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