AQUEL PERSONAJE que inventé una tarde lluviosa me había proporcionado fama, fortuna y prestigio; sin embargo, ya no lo soportaba. Primero, por inmiscuirse con sus peregrinas opiniones sobre mis tramas; después, por exigirme que incluyera algunas de sus “brillantes” ideas. Como si esto fuera poco, hace dos novelas, me demandó un doble o no habitaría más en mis escritos. En tal caso, le dije, antes yo dejaré de escribir.
Pero, ya se sabe, los editores son rapiña del éxito y los contratos sus garras: no tuve más remedio que volver al oficio. Quien lo reemplazaría, era un tipo cortés; siempre dispuesto a dar lo mejor de sí. Empatizamos desde el principio. El original, aunque se mostraba indiferente, pronto comenzó a sentir celos y quiso recuperar terreno. Le dije que no estaba en forma, que las próximas páginas serían de las más agitadas que había escrito. «¡Mejor así!», me dijo… Aguantó hasta la decimotercera carilla, donde, después de ser vapuleado como nunca por sus archienemigos, murió. El doble, ahora, protagoniza mis novelas como su hermano gemelo que, tras su exilio en la legión extranjera, ha vuelto para vengarlo; las ventas, casi sobra decirlo, se han disparado.
8 comentarios:
Sabés? (que coincidencia) el próximo cuento que voy a publicar, tiene algunas similitudes con tu texto. Siendo que lo escribí ahce ya unos días me llamó la atención esto.
Así es con los personajes. A veces nos sacan de quicio.
Muy bueno che!
Cariños!
Un doble? legión extranjera? eso me recuerda á película de Jean Claude Van Damme, jeje!
Buena historieta!
En una de mis primeras historias (inconclusa y en gallego) tenía pensando matar a uno de los protagonistas, pero al final me dio pena...y bueno...ya te digo que es una historia que no he terminado, jeje!
Un saludo.
Gracias Sol. Ahora me has dejado picado por la curiosidad, así que dentro de un ratito me tendrás por tu sitio.
Jaja, sí, Metalsaurio, hay una peli de Van Damme, El legionario creo; pero ni me acordaba (jeje, es bastante olvidable).
En cuanto al protagonista del que hablas, convéncelo que acepte su destino; si se resiste, siempre se puede improvisar un "accidente" ;)
Saludos a ambos.
Gabriel, no encontré una dirección de mail para escribirte, así que te dejo aquí un gran agradecimiento por haber leído mi cuento, por haberlo elogiado y por haberlo corregido. Se me había pasado totalmente por alto la falta del "que" del inicio, menos mal que vos lo notaste. Y el tema de los signos, es un gran defecto que tengo, jamás pongo los iniciales, y eso que soy hiper anti yanqui, ja ja.
Ya está corregido. Muchas gracias de verdad. ¡Muchos cariños!
Sol no hay nada que agradecer, como te dije, tu texto es muy bueno y se merece sobradamente corregirle esos pequeños errores que siempre, siempre se nos pasan.
Saludos y ¡adelante con tu maravillosa escritura!
Como siempre, un placer pasar por acá. Bien por este cuento, aplausos merecidos.
Jeve.
A algunos el éxito se les sube a la cabeza y les sienta fatal... Y luego, cuando el doble supera al original, quieren dar marcha atrás, jeje!
Bravo por el escritor, por dar al doble lo que se merecía!! ;)
Muchas gracias Jeve, sos muy amable.
Virginia por aquí usamos la frase "se le subió el humo a la cabeza", supongo que es ese humo lo que a algunos no les deja ver claras las cosas ;)
Saludos cordiales.
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