Exponía una escultura del hombre invisible. Los concurrentes, tras un breve silencio, ovacionaron al artista; quien prefirió —al saborear tan grande éxito— no denunciar el hurto.
Hola Virginia, sabes hasta que leí tu comentario no se me había pasado por la cabeza la fábula que citas; hay claro, cierta relación. Pero mi intención era ironizar sobre el arte. ¡Ah!, y no los culpo por aplaudir, sólo que yo no lo hubiera hecho ;)
2 comentarios:
jejeje, el traje nuevo del emperador ;)
Seguro que cualquiera de nosotros hubiera aplaudido también, no hay que culparles!
Hola Virginia, sabes hasta que leí tu comentario no se me había pasado por la cabeza la fábula que citas; hay claro, cierta relación. Pero mi intención era ironizar sobre el arte.
¡Ah!, y no los culpo por aplaudir, sólo que yo no lo hubiera hecho ;)
Saludos y gracias por darte una vuelta.
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