jueves, 28 de junio de 2012

Decir y mostrar



Para Enrique Anderson Imbert, una de las claves del oficio del cuentista es comprender que existen básicamente “dos modos” de narrar: decir y mostrar, y que a estos dos modos corresponden dos tipos de relato: el resumen y la escena. “Un narrador, cualquiera sea el punto de vista que haya adoptado, puede decirnos que algo ha ocurrido o puede mostrárnoslo como si estuviera ocurriendo. Son dos grados de visibilidad. El cuento dicho nos informa indirectamente sobre una acción. El cuento mostrado presenta la acción directamente. El primero es una versión personal del narrador. El segundo es el espectáculo ofrecido por los personajes. En el primero la acción se repliega en la mente del narrador. En el segundo la acción se despliega a la vista del lector. En el primero el narrador explica los acontecimientos: nos da resúmenes, sumarios, sinopsis, síntesis, crónicas, comentarios. En el segundo el narrador rinde con vivacidad los acontecimientos: nos da escenas con gestos, diálogos, detalles. Se nos dice de lejos, se nos muestra de cerca”.
de Leopoldo Brizuela
Foto © Nina Leen, Cat peering into glass, 1963
.

10 comentarios:

Rubén dijo...

Un placer pasarse por aquí. Sinceramente, aunque solo soy un aficionado, me planteo estas dos maneras antes de comenzar y dejar fluir la historia. Intento condensar el interés en una escena, pero si desborda me planteo el resumen. También podemos jugar y resumir a modo de diario o cartas con espacios en blanco o cualquier apuesta que veamos oportuna para que gane la trama.
Me alegra aclararme las ideas de forma tan esquemática como se plantea Leopoldo Brizuela, es muy importante tener las cosas en su sitio para que no dejemos el dobladillo del pantalón más alto que su opuesto; hay que tomar medidas y apuntes antes de cortar la tela.
Un saludo.
Por cierto, me encanta que pongas el nombre de la fotógrafa, así ganamos todos.

Francisco Espada dijo...

Así es, decir o mostrar. Creo que dependiendo del objetivo que se pretenda alcanzar, así debe el autor tomar la opción de narrar en tercera persona o invitar a sus personajes a que sean ellos quienes cuenten: en la variedad está el gusto.

microrrelatos negro carbón dijo...

Ante tanta claridad de ideas, ahora solo queda ponerlas en práctica. Para ello he diseñado un rincón en el que puedes seguir deleitandonos, por una buena causa. Te espero por aquí http://microrrelatonegrocarbon.blogspot.com.es/ para disfrutar de un texto a medida.

Una perta.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Hola Rubén. Te comento que la primera oración del texto es de Brizuela, y que procura condensar en ella las ideas de Imbert para luego citarlo literalmente (el resto del texto entre comillas). El libro en realidad es un compendio de citas sobre la escritura (muy diverso e interesante).
En cuanto a las imágenes que ilustran al Elefante, todas tienen su autor, nombre de la obra y link al final de cada post. En caso de ausencia de los mismos es porque no he conseguido los datos.

Francisco, creo que el decir y mostrar va más allá de la persona empleada para narrar. O sea, se puede decir o mostrar en 1º, 2º o 3º persona. El hecho tiene que ver más con la forma de narrar, de hacer visual o no lo que se nos cuenta. Aunque a veces es necesario decir, en líneas generales, cuando más muestra un texto y menos dice, mejor.

Microrrelatos..., interesante iniciativa. Gracias por la invitación.


Saludos cordiales

Verónica Ruscio dijo...

Gabi, te gustó el libro, eh... :-)

Un beso grande.

Petra Acero dijo...

Forman parte del estilo, aunque no son excluyentes, pero siempre se tiene una forma predilecta o más gratificante a la ora de crear, de diseñar escenas, vidas, sucesos. A mí me gusta mostrar, dibujar, dejar en libertad a los protagonistas para observarlos; y sus gestos o recciones, a veces me cambian el rumbo del discurso de la historia... y me siento agradacida, contenta de haberlo visto, de captar lo que me muestran.

Me gustan estas entradas que cuelgas de vez en cuando, nos ayudan a recordar, a volver a abrir la mente a lo básico, a la esencia del relato.

Un beso, Gabriel.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Sí, Vero, al menos lo que pude leer ;) El libro está conformado por esas grageas, esas intuiciones de los escritores que, aun en los casos que no la compartamos, suelen ser más útiles que las dadas por los académicos; quizá porque se habla desde lo creativo.

Petra, me alegra que te gusten este tipo de entradas; la idea es aportar briznas de luz sobre la escritura.


Bellas damas,
saludos cordiales

Eva Letzy dijo...

Uff! No se consigue acá el libro de Brizuela, ya lo busqué en los sitios en los que siempre compro libros en internet, y no está (estoy en España). Lo bueno es que lo encontré online gracias al enlace que pusiste, así que te re agradezco, porque al leer aquí tus posts me dan ganas de leerlo, creo que puedo aprender bastante de él. No me gusta leer libros online la verdad, siempre que puedo los compro... En fin, intentaré buscarlo cuando vaya a Argentina.
Muy interesante todo lo que escribís, tengo un montón de cosas que hacer y no puedo salir de tu blog, jaja!
Un saludo

Eva Letzy dijo...

Son solo algunas páginas las que hay del libro, qué lástima, pensé que estaba completo. Ya le pediré a alguien que me lo compre y me lo traiga... Me pasa con muchísimos libros de autores argentinos que acá no los consigo.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Eva, como habrás visto el libro básicamente es una recopilación de citas sobre el oficio literario, muy bien escogidas por el autor. "Cada maestro con su librito", dice el dicho popular, y de cada uno de esos libritos podemos ir aprendiendo y tomando aquello que más se adapte a nuestra forma de trabajo.
Bueno, si no podés salir del blog para vos puede ser problemático por el retraso para hacer tus tareas pero para mí significa que el trabajo hecho ha dado sus frutos ;)

Saludos cordiales

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