—¿Escuchó eso?
—Se oyó algo… En el féretro.
—Imaginaciones tuyas, hijo —dijo el viejo, arrojando otra palada. Después de unos segundos, una enclenque voz comenzó a pedir auxilio.
—Es el muerto, ¡está vivo! —gritó el joven.
Entonces el viejo giró buscando al único deudo presente, quien tras arrebatarle la pala, saltó a la fosa, abrió el cajón y le aplicó, a su amado tío, un palazo definitivo en la cabeza. Luego reclavó el ataúd, salió de la fosa y, mientras le restituía la pala al viejo, les dijo:
—Discúlpenme, pero ya me he hecho a la idea de la herencia…
6 comentarios:
Hasta ahora no me había dado cuenta de que para un zombi o no muerto no hay nada más letal que un heredero avaricioso, jeje!
Gracias Aus, :)
Jaja, Metalsaurio, ¡hay que entender al sobrino!
Saludos funambulistas.
Jajaja! Así somos... el dinero es el dinero... ;)
Virginia, ¿por qué hablas en plural?... Jaja.
Saludos, ¡qué bueno que te haya hecho reír!
Saludos.
Jajaja una muy buena forma de comenzar mi mañana "riendome" gracias por tu visita a mi blog y tus bellos comentarios me quedare por acá ;)
Hola Magy, por despistado no había visto tu comentario antes. Bienvenida al Elefante.
Saludos.
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