Damas y caballeros, después de una de las habituales turbulencias de este viaje que llamamos vida, nada mejor para retomar esta bitácora que una pequeñita buena noticia: Hace unos días
¡Albricias!, por el texto, al cual —admito— no le tenía fe, y que, sin embargo, se constituye así en mi primera ficción “en papel”.
La selección la ha realizado el escritor César Melis, quien, en un fragmento de su prólogo, nos dice: “Si hay un rastro común en los autores de esta antología es la diversidad de manos puestas a la obra, manos capaces de atestiguar el color de sus almas con sorpresa, ternura, sensualidad, intriga, juego, descaro, sabiduría, humor, amor, según el caso.” Leído todos los textos, puedo suscribir sus palabras y afirmar, más allá de gustos personales, que la calidad media resulta más que interesante.
Sin más, hete aquí el microrrelato en cuestión:
El serenatero
El serenatero gustaba de enseñar equilibrios a las cabras. A tal efecto había trazado una línea con una tiza desde la fuente central de la plaza hasta un vigoroso fresno. Y le había dado un paragüitas a cada una de las cabras para que se animaran por la cuerda floja. Así pasaron Pepita, Azucena y Anabel; pero al intentarlo Juanita, a medio trayecto, pisó un punto donde la raya casi se había borrado y la cuerda se rompió; precipitándose, la pobrecita, al vacío. Cuando el serenatero la avistó fatalmente despatarrada supo que no le iban a creer pese a que hacía años que no se acercaba a una botella.
6 comentarios:
Felicidades Gabriel, ojalá este sea el inicio de una larga lista de trabajos en papel.
Espero que tanta fama no afecte a tus participaciones en El descensor.
Jejeje, un abrazo.
Felicidades Gabriel, da gusto que regreses con estas noticias. Yo sé que cuando uno es el que tiene la pluma en la mano asaltan las dudas, pero te puedo decir que tus textos valen la publicación.
Besos y feliz regreso, ojalá puedas estar por aquí de cuando en cuando.
Breve y bonita ¿para qué más?
Felicidades, elefante, por la publicación.
Un saludo.
¡Gracias Jesús! Adhiero a tu "ojalá", jeje (aunque resta mucho por andar y ¡aprender!). Y como ves, estuve "fuera de línea" un tiempo; espero pronto poder volver a participar en El descensor.
Aus, muchísimas gracias por tus palabras, es bueno oírlo (jeje, leerlo). Como bien dices, las dudas asaltan -armadas hasta los dientes- y suelen llevarse todo; pero, tal vez, sea mejor así.
¡Gracias Metalsaurio! Ya sabes: si bueno y breve... jeje ;)
Es una gran buena noticia, Gabriel!! Enhorabuena!!
El relato, como siempre, genial! Me ha hecho sonreír!
Un beso y bienvenido de vuelta! ;)
Gracias Virginia; lo de genial suena exagerado, pero bienvenido sea.
Saludos.
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