...Francisca Noguerol.
«El microrrelato, por su naturaleza eminentemente narrativa, guarda una estrecha relación con el cuento, pero por su característica brevedad, no puede permitirse el retrato moroso de los personajes —estos se manifiestan por su actuación, y de ahí la importancia del lenguaje—, la digresión ni la marginación de ningún elemento narrativo, entre los que se incluye un aspecto tan relevante en las obras que comentamos, como el título. El microrrelato forma parte de una categoría más amplia denominada minificción —de ahí que nuestros congresos sobre el tema hayan adoptado este segundo término para englobar a todos los textos breves de naturaleza literaria—, y en este último apartado se incluyen obras mucho más cercanas a otros géneros, como el poema en prosa, el haikú o el aforismo. Por ello, hablaría del microrrelato como una subcategoría dentro de la poliédrica naturaleza de la minificción».
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6 comentarios:
Hace doce años participé en un taller de cuento con el escritor Guillermo Samperio, y él decía que se debería instituir El Recado como texto literario. Entonces no lo comprendí, me extrañó la seriedad de su propuesta. No hay duda que los maestros aparecen cuando el pupilo está preparado.
Interesante aportación. Me ha gustado lo del retrato moroso de los personajes. Qué cierto. Y me hace pensar si no podría hacerse un micro que no fuera sino el retrato moroso de un personaje... Sería divertido.
Saludos
Gabriel, también B.
Enhorabuena por la sección.
Siempre viene bien un poco de teoría.
Todas las visiones sobre lo que es el microrrelato son más largas que él :D
Un beso, Gabriel
Con tu permiso, me guardo esta reflexión.
Gracias, Gabriel.
Yun, sé quién es Guillermo Samperio pero me has dejado con la incógnita de “El Recado” :(
Propílogo, yo pienso que sí podría hacerse el retrato moroso de un personaje y que fuera un microrrelato. También se habla de que un microrrelato no tiene grandes descripciones pero Marco Denevi, en “Inmolación por la belleza”, creo un microrrelato que es casi pura descripción, con abundancia de adjetivos y adornos, y quién se atreve a negarle su ciudadanía dentro del género. Claro, que tampoco es lo común.
Gracias, Daniel.
Jaja, Alma, así es. ¡Qué loco!
Claro, Patricia ;)
Saludos cordiales.
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