jueves, 10 de noviembre de 2016

Tres hombres y un violonchelo



—¡PAPÁ, hay tres hombres en el living abrazados a un violonchelo! —dice mi hija al irrumpir como un torbellino en la biblioteca.
—Eso no es posible, Alicia, nosotros no tenemos instrumentos musicales —le respondo sin apartar la vista de mi lectura.
—¡Yo que sé!... ¡Lo habrán traído ellos!
Doy vuelta la página y acaricio a Georgie.
—Ya veo; de todos modos, no recuerdo haber invitado a nadie —de repente, alarmado, levanto la vista—. ¿Qué te dije sobre nunca abrir la puerta a extraños?
—¡Yo no le abrí la puerta a nadie, papá! —protesta Alicia con gesto ceñudo—. ¡Pero deberías preguntarles qué desean!
Georgie me mira y se reacomoda perezosamente en mi regazo.
—Dejame que termine este capítulo —le digo enseñándole un volumen respetable de páginas—, y después les pregunto.
Molesta, Alicia gira sobre sí misma y se marcha a grandes zancadas.
—¡Ay, estos niños de hoy! —exclamo, y tras retomar mi lectura, escucho las primeras notas de la Suite nº 1 en sol mayor de Bach.
—Georgie, lo que de verdad me desconcierta no es la música, ya sabemos lo vívida que puede llegar a ser la imaginación de mi hija; sino el hecho de por qué se habrá figurado que eran necesarios tres hombres para tocar un violonchelo.
—Cuestión de compatibilidades, mi estimado; según de qué humor esté el instrumento, lo toca uno o el otro o el otro —dice Georgie, todo sonrisa, antes de desaparecer por completo entre las páginas del libro.
.

9 comentarios:

Sara dijo...

Un cuento tan asombroso como "Alicia en el país de las maravillas" al que rinde homenaje. Seductor, travieso, imaginativo, porque los dos personajes (padre e hija) lo son. Pero yo me quedo con el gato de Cheshire y su enigmática sonrisa.

Besitos.

Ángeles dijo...

Tanto leer, tanto leer, y luego pasa lo que pasa...

Gabriel Bevilaqua dijo...

Gracias, Sara. Me gusta lo de travieso, porque hacen falta más personajes y textos en esa tesitura (amén de imaginativos).

Y sí, Ángeles; ¿habrá que reorientar las lecturas?...

Saludos cordiales

José A. García dijo...

Siempre tan cínico Georgie...

Saludos,

J.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Así es, José.

Saludos funambulescos

Miguel Ángel Pegarz dijo...

Especialmente original e imaginativo. Y eso que de ninguna de las dos cosas suelen faltar en esta casa.

Gabriel Bevilaqua dijo...

¡Y Dios quiera que no falten nunca! ;) Gracias, Miguel.


Saludos cordiales

Torcuato dijo...

Buen homenaje.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Espero que sí. Gracias por la/las lecturas :)

Saludos funambulescos

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