sábado, 15 de junio de 2013

El verbo leer



El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta ʻel modo imperativoʼ. Yo siempre les aconsejé a mis estudiantes que si un libro los aburre lo dejen; que no lo lean porque es famoso, que no lean un libro porque es moderno, que no lean un libro porque es antiguo. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz.
Jorge Luis Borges
.

5 comentarios:

Unknown dijo...

:D

Francisco Espada dijo...

Esto es una verdad de perogrullo. Yo he dejado en los primeros capítulos algunos libros que estaban precedido de un aparato publicitario espectacular. En la lectura, uno pone parte y si no conecta es mejor echar el cierre.
Un abrazo.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Mucho por leer y muy poco tiempo por delante, así que cómo perder el tiempo que lo que uno no disfruta.

Una de las primeras cosas que aprendí de Don Jorge Luis fue aprender a disfrutar de la relectura.

Un abrazo.

Laura dijo...

¡Es una máxima a seguir!, sobre todo es muy válida con los niños. ¿Quién dijo que una versión adaptada del Quijote debía de interesarles? ... serán buenos lectores en la medida que lo consideren un placer, así me enseñaron mis padres y así lo transmito yo.

Muy acertada esta entrada Gabriel. Un abrazo.

Gabriel Bevilaqua dijo...

Yunuén, ;D

Totalmente de acuerdo, Francisco y Pedro.

Sí, Laura, es tal cual dices. Creo que la enseñanza de Literatura en las escuelas, sobre todo de segundo nivel, es las más de las veces desafortunado. Ya he dicho en alguna ocasión en esta misma página que yo no tuve buenas profes de Literatura, salvo una suplente, joven y entusiasta, que logró captar la atención hasta de los más reacios. Y el problema está, en parte, en que la lectura en primerísimo lugar es un placer, no un castigo. Nada de “se portaron mal, ahora para el próximo lunes se leen cinco capítulos de…”. En fin. Abrazos.


Saludos funambulescos

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