LE PROMETIÓ al niño que lo esperaría. Ahora, tras la muerte del pequeño, todas las noches los padres escuchan un débil lloro proveniente de su habitación. Ignoran que un amigo imaginario jamás rompe su palabra.
Buen punto, Yun, pero creo que ahí está precisamente la potencia del micro: en la lealtad del amigo imaginario que continúa siendo fiel a su promesa y a su creador a pesar de lo que señalas.
16 comentarios:
Unidos para siempre por un lazo invisible.
Es un micro triste y tierno a la vez.
Un abrazo.
Triste, mucho. Muy bueno.
Muy emocionante, Gabriel
Sin solicitar tu permiso lo he subido a mi fb, espero no te moleste.
Un abrazo
triste, pero cierto, los amigos imaginarios son fieles!
vine porque te vi en el face de una amiga: Patricia Nasello
tienes un blog hermoso.
me quedo!
www.elblogdeescarcha.blogspot.com
Se eriza hasta el alma al leer este relato, Gabriel. Y eso es bueno.
Un abrazo.
Es tan dulce ¡y tan triste!
Un beso, Gabriel
Es muy buena esa mini Gabriel.
Cariños
Lucía
Qué buen micro, Gabriel, y la rotunda frase final, un broche de oro.
Enhorabuena.
Una pequeña maravilla, todo el dolor de la pérdida condensada en el llanto del amigo invisible.
un abrazo
Escalofriante!
Intrépidas letras llevan a un final impensado, genial!
Sí, de acuerdo, es el individuo quien se desprende de su amigo imaginario y no el amigo. Buenísimo micro.
J&R
“Triste y tierno”. MJ, muchas gracias.
Verónica, muchas gracias, por este comentario y por el otro, tan bello, en FB.
Patricia, cómo me va a molestar, al contrario, muchas gracias por difundirlo.
Escarcha, muchas gracias y bienvenida al Elefante.
Sara y Almalaire, ¡muchas gracias!
Gracias, Capitana ;)
Elisa y Anita, muchas gracias.
Romina, muchas gracias y bienvenida al Elefante (te vi en seguidores hace ya un tiempo, pero, si no me equivoco, es la primera vez que comentás).
Jeve y Ruma, muchas gracias.
Saludos funambulescos.
¿Para qué tanta lealtad? Si el niño viviese lo olvidaría tras la primera novia.
Excelente micro, Gabriel. Resolvés bien estos temas tan duros.
Un abrazo.
Buen punto, Yun, pero creo que ahí está precisamente la potencia del micro: en la lealtad del amigo imaginario que continúa siendo fiel a su promesa y a su creador a pesar de lo que señalas.
Muchas gracias, Mónica.
Saludos y abrazos.
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