domingo, 31 de julio de 2011

Cucharas



DESDE que Sarita me contó aquel cuento donde las cucharas adquirían vida y le sacaban los ojos a la gente, he dejado de tomar sopa. Mamá se enfada y me pega un cachetazo cada vez que prepara una. Yo le explico con santa paciencia que les tengo miedo a las cucharas pero ella no entiende. Dice que me deje de tonterías, que quién carajo es Sarita, que deben ser los genes del infeliz de mi papá. Para colmo parece obsesionada con la sopa últimamente.

Este mediodía, mamá se enojó más de lo acostumbrado y me golpeó con el palo de amasar.

Sarita dice que todo es su culpa, que no debió hacerme caso cuando le pedí que me contara un cuento de terror, pero yo le digo que adoro sus historias, que no se preocupe, que mamá me pega desde mucho antes de conocerla, con o sin sopa de por medio. Entonces Sarita se limpia las lágrimas, me abraza y me da un beso en cada mejilla. Duele, pero es un dolor relindo. Luego acomoda las sábanas con esmero y me pide que descanse mientras ella va a hablar con mi mamá. Cuando sale de la habitación noto que esconde una cuchara entre sus manos.


Safe Creative #1107319778558
.

miércoles, 27 de julio de 2011

De trincheras y de esferas

La Esfera Cultural n3
View more documents from La Esfera Cultura

En el número 3 de la revista La Esfera Cultural, edición digital y en papel, han publicado mi microrrelato En una maldita trinchera, ilustrado especialmente para la ocasión. Pueden hallarlo en la página 21.


Muchas gracias a la ilustradora y a La esfera por su trabajo y selección.

.


jueves, 21 de julio de 2011

La cabeza de león

León


UN TÍO me heredó una cabeza de león. Decidí colgarla en la sala pese a las protestas de mi mujer. A poco, mientras leía el periódico, una voz me dijo:

―¿Algo interesante, che?

Era la cabeza de león la que me hablaba. Me contó que se llamaba Tito y que había sido desde siempre el mejor amigo de mi tío. Entre nosotros también nació la amistad. Pasábamos largas horas encerrados en la sala, jugando al póquer, tomando té y fumando habanos.


Un día descubrí una carta de amor entre las cosas de mi mujer.

A la mañana siguiente le hice creer que estaba en la sala como de costumbre y la seguí hasta un hotel. En pleno acto carnal les vacié el cargador.

Volví a mi casa y le referí a Tito lo que había hecho. Tras un breve silencio, dije:

―La policía pronto vendrá por mí, ¿jugamos una última partida?

Las cartas se nos empaparon de lágrimas.

Yo lloraba por mi mujer, Tito por mí. Se resistía a imaginarme en la cárcel.

Cuando la policía derribó la puerta de la sala, lo único significativo que hallaron fue el full de reyes con que Tito me dejó ganar por primera vez, y uno de mis zapatos entre sus fauces.


Safe Creative #1107219719743

.

martes, 12 de julio de 2011

Decálogo del escritor de minicuentos...

Belinda del Pesco, Red Pillow 72


...de José de la Colina


1. Escribir o leer cuentos largos acorta la vida.


2. Escribir o leer cuentos cortos no alarga la vida, pero la enriquece.


3. En la naturaleza del cuento corto está el ser caprichoso, imprevisible e impuntual. No le gusta ser citado, previsto, preparado. El cuento corto simplemente sucede.


4. Que no te digan que el cuento corto no es profundo. Replícales con este, cortísimo y de quién sabe quién, que trata de toda la condición humana: “Nació, vivió, murió.”


5. No creas que suprimiéndole palabras a un cuento largo obtendrás un cuento corto. El cuento corto suele nacer ya con su justo número de palabras.


6. Un cuento, si corto, dos veces buen cuento.


7. Más vale cuento corto volando por los aires que novela larga arrastrándose por tierra.


8. El que a cuento corto mata… quizá de novela larga muera.


9. Un cuento de cincuenta páginas es un cuento corto si está narrado con la máxima velocidad. (Pero debes saber que es dificilísimo, prácticamente imposible, lograr esa velocidad en cincuenta páginas.)


10. Dios, si existiera, sería un cuento corto… aunque eterno.


Río Mixcoac, 12 de junio de 2004.


Arte: Belinda del Pesco, Red Pillow 72

.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...